Los programas corporativos de preservación ambiental son algo así como los de relaciones públicas.
Al estallar una crisis son de lo primero en ser recortado, ante la despistada percepción de que se trata de un gasto superfluo y no una relevante inversión a futuro.
Aún en plena crisis, la empresa sueca Svenska Cellulosa Aktiebolaget (SCA), cuyo rubro es papelería y artículos de higiene personal y que en México y Centroamérica preside Jaime Costa Lavín, hizo gala de congruencia al lanzar su programa de sustentabilidad, como parte de su compromiso de responsabilidad social corporativa.
El Economista, “Ipso Facto”, Empresas y negocios, p. 58
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