Durante muchos años los mexicanos han sido el soporte de muchas causas que se construyen sobre esquemas de donación; no obstante, la idea podría estar ya agotada y los bolsillos ciudadanos también ¿Cuál es el futuro de estas campañas en el nuevo escenario?
La pregunta nos surgió al ver los gráficos de «En nuestras manos«, proyecto pionero de Fundación Ferrara A.C. que desde el 2009 pretende ser un coadyuvante en la solución a la pobreza de México, basando su operación en cinco Ejes Estratégicos:
La actual campaña cuenta con una verdadera constelación; voceros como Inés Sainz, Julio Bracho, Susana González, Kika Edgar, Erick Rubín, Andrea Legarreta, Gabriela Goldsmith, Manuel Landeta, Sherlyn y muchísimas otras estrellas del mundo del espectáculo, lucen la pulsera emblemática de la causa solicitando a la población que se adhiera donando al menos $20.00
La intención es de lo más noble, ya que la pobreza es uno de los flagelos más terribles de nuestra nación y causa de muchos otros azotes posteriores; claro que habría que preguntarse sobre los orígenes de ésta, para entonces poder trabajar sobre ellos, evitando que se repita o reproduzca.
Dejando de lado lo loable y virtuoso de la acción, vale la pena cuestionar cuál es el futuro de todas estas campañas que apelan a las donaciones civiles para resolver problemas sociales. Si bien el Teletón ha sido un éxito, cada vez esta metodología encuentra menos eco en la población, y no porque las causas no valgan la pena, sino porque es imposible tratar de solventar todas mediante un esquema de filantropía ciudadana. Es necesaria la participación empresarial y no como dádiva, sino en esquemas estratégicos de involucramiento con la comunidad o a través de la creación de marcos que sustenten negocios inclusivos donde las comunidades y las compañías puedan generar valor de forma conjunta tal como lo sugería C.K. Prahalad o como lo han demostrado los esquemas de Yunus.
¿Cuántas causas más están dispuestos a llevar en sus hombros los mexicanos a través de donar de sus propios bolsillos? El Teletón, el redondeo para la desnutrición, el que apoya a la educación, el que restaura Chapultepec… ¿Cuántos más? No es una pregunta nacida del cansancio… es una cuestionante que emerge de la realidad económica de México. Es verdad que el mexicano es un pueblo sumamente solidario, sin embargo, también es innegable que los recursos son finitos.
Por otro lado, y hablando un poco de marketing social, llama la atención que este tipo de campañas se sustenten casi por completo en lo masivo y no busquen un mejor trabajo en redes sociales, viralidad o crowdsourcing; esquemas que tal vez permitieran mejores resultados que la pulsera o los medios tradicionales.
