De acuerdo con la Declaración Universal de los Derechos del Niño, todos los pequeños tienen derecho a la protección contra cualquier forma de abandono, crueldad y explotación. Sin embargo las cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reportan que más de 168 millones de niños en el mundo se ven obligados a trabajar, un gran porcentaje de los cuales realiza actividades de alto riesgo.
Los niños que viven una situación de trabajo infantil difícilmente ejercen libremente su derecho de recreación y a un gran porcentaje de ellos les es negada la posibilidad de asistir a la escuela; quienes lo hacen se ven envueltos en una sobre jornada que limita su rendimiento académico, su desarrollo integral e incluso su salud física.
Si bien el número de casos de explotación infantil ha disminuido considerablemente desde 2000, aún queda mucho camino por recorrer. Incrementar los esfuerzos de empresas y organizaciones en contra de esta práctica poco responsable adquiere cada vez una relevancia mayor a nivel mundial.
Por ello, la organización Aldeas Infantiles en conjunto con la agencia Revolution Brasil, lanzó una increíble campaña que busca concretizar a la población acerca de las terribles consecuencias del trabajo infantil en el mundo.
Simulando los carteles que se publican en las calles cuando una persona esta extraviada, la organización creó anuncios que dan rostro a los niños que han perdido gran parte de su infancia gracias al grave problema de la explotación. «When childhood is lost, a child is lost. Denounce child labour» (Cuando la infancia esta perdida, un niño esta perdido. Denuncia el trabajo infantil»), se lee en el material.
La historia de cada niño puede leerse al pie de su fotografía, convirtiendo este mensaje en un fuerte llamado a la conciencia y un grito contra la injusticia de la explotación infantil, pero al mismo tiempo evidenciando la gran creatividad de sus realizadores.