En el 2008 se aprobó la reforma al Sistema de Justicia y se dieron ocho años para que las entidades fueran adecuando sus leyes hasta que el 18 de junio del 2016, las 32 entidades de México lo adoptaron por completo.
A un año de la implementación de esta nueva reforma del Nuevo Sistema de Justicia Penal, los resultados obtenidos pasan más por la sensación de impunidad entre la población y la falta de capacitación de algunas instancias.
Para César Astudillo, integrante del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y de acuerdo con adn40, una de la deficiencias del nuevo sistema es que la reforma ha avanzado de forma diferenciada entre los actores.
“El proceso de implementación ha ido a dos velocidades; yo creo que han avanzado más las instancias judiciales en capacitarse y ver cuáles son las exigencias que les efectuaba este sistema y no así las instancias de procuración de justicia, que se fueron rezagando, las instituciones no tuvieron un diálogo para jalar de manera homogénea, justamente para evitar este desfase”.
Como resultado de este desfase existe mucha impunidad debido a la ineficiencia de las fiscalías para poder adoptar nuevos estándares de procuración de justicia.
Sistema de justicia Penal
A pesar de que este nuevo sistema ya cumplió un año, la operación no se ha puesto en marcha por completo y los gobernadores ya quieren reformarlo.
Detrás está el incumplimiento de los gobiernos estatales y federales para capacitar a los policías, ministerios públicos, defensores públicos, personal penitenciario y todos los operadores del nuevo modelo, pese a los millonarios recursos que recibieron y que tuvieron ocho años para hacerlo.
Pareciera que, con la entrada en vigor del sistema acusatorio, hace un año, se acabó todo. Es todo lo contrario. A todos se les olvidó que se necesita liderazgo para que funcione y nadie lo está tomando.
«Es mentira que el nuevo sistema de justicia no funciona. El problema está en que no hay capacitación, no hay liderazgo ni federal ni local. No se han reformado las procuradurías, aunque algunas han pasado a llamarse fiscalías, y no se han actualizado los planes y programas de capacitación.
«Peor aún es que no se entiende el CNPP por parte de policías, ministerios públicos o defensores de oficio. Ni siquiera se ha digitalizado el proceso, pues se sigue trabajando todavía con montañas de papel, como en el sistema anterior”, dice González Obregón, abogada penalista y redactora en el Código Nacional de Procedimientos Penales (CNPP).
«La sociedad debe exigir ahora más que nunca a las autoridades federales y locales que invierta en capacitación, en el capital humano y en los recursos que necesitan los operadores del sistema
En la nueva justicia penal no todo es cárcel. Existen una serie de delitos, que en lo común se conocen como no graves, que pueden resolverse asegurando la reparación del daño y mediante otro tipo de sanciones.
En delitos como violación y homicidio no aplican las salidas alternas a un conflicto; éstas pueden efectuarse siempre y cuando la ley lo permita y no se afecten los derechos de la víctima.