Por: Miguel E. Aguilar Berumen / Gerente de Recursos Humanos del DELPHI
Por supuesto que se debe hacer este análisis transversal para determinar, de manera positiva, la variable de género para combatir la segregación horizontal y vertical que sufren las mujeres en el mercado de trabajo.
La segregación horizontal se refiere al mantenimiento de una división en el mercado laboral, en virtud de la cual las mujeres se concentran mayoritariamente en los sectores de actividad que tienen menor consideración social. Esto refleja las barreras que presenta el mercado laboral para que las mujeres accedan a los puestos de mayor posibilidad social de las empresas.
Combatir la segregación requiere de la elaboración y puesta en marcha de nuevos modelos de gestión empresarial, asó como de la promoción de acciones para la adquisición de habilidades de liderazgo, negociación y gestión, como estrategias que vayan más allá de la mejora de los perfiles profesionales de las mujeres, promoviendo modelos adecuados de cambio cultural en el entorno laboral, en los centros de trabajo y en las organizaciones.
En definitiva, es necesario poner en evidencia y modificar las actitudes culturales que se encuentran en la base de la discriminación
Por lo anterior, es urgente que las empresas se encaminen precisamente a definir y desarrollar soluciones integradas en un modelo proactivo, que sirva para la creación de nuevos esquemas empresariales conformados por mujeres, e insectos en sectores de actividad tradicionalmente masculinos, así como para el desarrollo de modelos de gestión que garanticen la participación del género femenino en el mercado de trabajo.
Algunas organizaciones internacionales y la propia OIT están proponiendo tres grandes enfoques para este plan:
1.- Creación de empresas de “economía social”, promovidas por mujeres, a través de procesos de formación y facultamiento en sectores tradicionalmente masculinos.
2.- Desarrollo de modelos de gestión empresarial socialmente responsable que favorezca la participación de las personas, independientemente de su género, en todos los sectores de actividad productiva.
3.- Impulso de modelos de desarrollo económico basados en la participación del gobierno, en las compañías de profesionales y de los organismos empresariales, esto mediante la generación de un cambio de mentalidad en los agentes encargados de la orientación y formación profesional.
Puestos de Dirección
Mujeres: 94%
Hombres: 6%
Fuente: 1,2,3 Respuestas de Recursos Humanos; p.44