Osvaldo Ferrari es un fotógrafo aventurero de 35 años, sonriente y lleno de energía, que decidió ser un nuevo trotamundos del continente americano.
Ayer, para impulsar un proyecto a favor de comunidades mayas del sureste mexicano y juntar fondos para desarrollar planes educativos y sustentables, emprendió el viaje más largo de su vida, a bordo de su inseparable y ligerísima bicicleta.
“Esto sólo se hace una sola vez en la vida”, dijo Ferrari, antes de empezar la odisea. Atravesará 18 países de Latinoamérica en un recorrido de 350 etapas por más de 24 mil kilómetros rumbo a la ciudad de Ushuaia, Tierra del Fuego, el último rincón de Argentina.
A bordo de su bicicleta cargada con cuatro alforjas que llevan lo más elemental para el viaje, Osvaldo partió antes de las 9 horas, desde el Altar a la Patria, en Chapultepec.
Y aunque inició la travesía mentalizado para pedalear durante dos años a través de terrenos agrestes, enfrentarse al calor de los climas tropicales o desérticos y sortear zonas montañosas de diferentes países rumbo al sur del continente, el primer obstáculo con el que Osvaldo Ferrari se encontró, y que lo hizo tambalear y caer, fue un automóvil en la esquina de Reforma y Copenhague, en la colonia Juárez.
Osvaldo cayó, sin meter las manos, de lado, sobre la banqueta, ante la malicia de un conductor apresurado que se cruzó intempestivamente sobre la ciclovía del Paseo de la Reforma.
El peso de las alforjas que Osvaldo lleva a los costados de la bicicleta, en las que carga objetos para acampar, herramientas, equipo de cómputo y comunicación satelital, además de un kit de primeros auxilios, lo venció y fue a dar al suelo. Su teléfono voló y se desbarató. Inmediatamente, el aventurero se levantó y un poco ofuscado siguió. “No pasó nada, estoy bien”.
Ayuda al sureste
Ferrari planeó el viaje durante una década. “El proyecto Dos Ruedas por mi Gente” nació hace más de 10 años, explicó el joven.
Con esta aventura, busca convencer a personajes adinerados de dar un millón de pesos a 19 ejidos de comunidades mayas de Quintana Roo para desarrollar proyectos sustenatables. Antes de iniciar su camino, en el que planea etapas de pedaleo de 150 kilómetros cada dos días, Osvaldo confiesa: “lo que más sufre es el corazón, dejar a todos”.
Osvaldo llegará a su meta en el verano (invierno, para el hemisferio norte) de 2012 y regresará al DF en octubre de 2013.
Fuente: Eluniversal.com.mx
Por: Rafael Montes.
Publicada: 26 de octubre de 2011.