El simple hecho de saber que en un lugar se permite la discriminación a la gente por sus creencias religiosas, quiere decir que no se trata del mejor lugar en el que te puedas hospedar.
Tal es el caso de un hotel suizo donde se leyó entre sus pasillos, mensajes discriminatorios dirigidos a judíos.
“A nuestros visitantes judíos, mujeres, hombres y niños, por favor dúchense antes de bañarse en la piscina», y añadía «si rompen las reglas, estaré forzado a cerrar la piscina para ustedes».
El mensaje, escrito en inglés en el hotel Apartmenthaus Paradies en el poblado montañoso y turístico de Arosa, en el este de Suiza, desató críticas.
Además también se le pedía a los que estaban hospedados en ese lugar, que utilizaran el refrigerador únicamente en las horas marcadas. Ante esto la viceministra de Relaciones Exteriores israelí, Tzipi Hotovely, calificó el hecho como «un acto antisemita de la peor y más fea categoría».
Según reportes, el hotel ya removió los carteles de sus instalaciones.
La fotografía del cartel ya recorrió varias partes del mundo, después de haber sido publicada en twitter. Una huésped ortodoxa denunció la situación en un canal de la televisora israelí.
«Fue muy, muy amable con nosotros, pero una mañana bajé y vi este cartel, ¡estaba en shock!».
Hotovely, la Viceministra pidió reprender a los responsables como una forma de disuadirlos.
De acuerdo con el Centro Simon Wiesenthal, una institución por los derechos de los judíos, el mensaje sobre las duchas podía interpretarse como una referencia a las «duchas» que en realidad eran cámaras de gas durante el Holocausto, según dijo uno de sus directivos a la agencia AFP.
Otro cartel ubicado en la cocina decía: «A nuestros huéspedes judíos: tienen permitido acercarse al refrigerador entre las horas: 10:00-11:00 en la mañana y entre las 16:30 y 17:30 por la tarde. Espero que entiendan que a nuestro personal no le gusta ser perturbado a toda hora».
Según declaraciones de la gerente del uigar, Ruth Thomann, no existía intención alguna de ser antisemita y además reconoció que las frases fueron un error.
De acuerdo con BBC, el hotel es frecuentemente visitado por judíos y se puso el aviso en las duchas como respuesta a una queja de que algunos ortodoxos se bañaban en la piscina con la ropa puesta y sin ducharse antes.
«No tenemos ningún problema con los huéspedes judíos».