Las empresas están cada vez más presionadas para reducir la cantidad de plástico que producen y consumen, ya que estos desechos ahogan los océanos y continúan horrorizando a los consumidores, enojando a los activistas y preocupando a los inversores.
Pero para algunas empresas, solo hay una gran cantidad de plástico que pueden eliminar de manera realista de sus operaciones en el futuro previsible.
Un restaurante puede dejar de ofrecer a los clientes popotes, tapas de tazas de café y bolsas de transporte. Pero ¿qué pasa con el empaque de alimentos que extiende la vida útil de un producto?
Las empresas pueden compensar el uso inevitable del plástico invirtiendo en proyectos que aborden la contaminación plástica. Esto se conoce como compensación de plástico.
La primera organización en ofrecer a las empresas un servicio de compensación de plástico fue Seven Clean Seas, una creación del exasesor financiero y corredor de embarcaciones Tom Peacock-Nazil, quien fundó su firma en 2018.
La empresa con sede en Singapur, que ya es rentable después de menos de dos años de operaciones, compensa el plástico que una empresa no puede eliminar mediante la depuración de una cantidad equivalente de basura plástica de las playas y vías fluviales del sudeste asiático
Seven Clean Seas ha eliminado un estimado de 54,000 kg de plástico del ambiente marino desde su lanzamiento, para eventos corporativos y compensaciones.
Entonces, ¿debería la compensación plástica estar sujeta al mismo tipo de escrutinio que la compensación de carbono, que según los críticos permite a las grandes empresas contaminadoras comprar su responsabilidad por el daño ambiental que han causado?
¿Es justo que las empresas cuyos productos contaminan los océanos, como los gigantes de bienes de consumo Coca-Cola, Unilever, Nestlé, Mars y Mondelez, puedan comprar compensaciones de plástico y luego continuar usando plástico desechable para empaquetar los productos que dañan las vías fluviales?
Hailin Pek, gerente de Zero Waste SG, una organización sin fines de lucro con sede en Singapur, dijo que cree que la compensación de plástico es «factible» como parte de la transición hacia la economía circular, pero las compañías aún deben buscar reducir el plástico que usan primero.
Las empresas quieren seguir usando plástico, pero si eso va a suceder de manera segura y sin una reacción violenta, entonces necesitan arreglar el sistema y limpiar el desorden ya hecho.
En esta entrevista con Eco-Business, Peacock-Nazil habla sobre los desafíos de aumentar la compensación de plástico, sus preocupaciones sobre las empresas que usan compensaciones para lavar su huella plástica y por qué la palabra de moda «economía circular» es aún más marketing que realidad.
¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta la compensación de plástico?
Primero, hay una falta de datos de consumo de las empresas. Sin comprender el consumo actual de plástico, es imposible reducir y compensar las cantidades correctas.
También hay una gran falta de información sobre metodologías para medir las huellas de plástico. Quantis publicó el primero del mundo muy recientemente, pero como suele ser el caso, las versiones posteriores probablemente serán más precisas. Otro problema es la transparencia y la precisión en torno a los datos proporcionados por las empresas, y las diferentes definiciones de plástico necesario e innecesario.
¿Qué industrias tienen más probabilidades de moverse primero con compensación plástica?
Las empresas que tienen datos de consumo de plástico existentes y estrategias de sostenibilidad activas se están moviendo primero. El primer cliente fue el fabricante alemán de condones Einhorn, que ya era neutral en carbono, con igualdad de género y promoción de salarios justos para sus trabajadores en toda la cadena de suministro.
Necesitaban abordar la huella plástica de sus productos y contrataron servicios para eliminar esa misma cantidad del medio marino. Einhorn ha sido plástico neutro durante los últimos dos años.
¿Qué tipo de mecanismo puede funcionar para la compensación de plástico y lograr escala?
Necesitamos ver un cambio en las percepciones de las compañías sobre el plástico con respecto a una emisión similar al carbono. Una vez que este cambio se encuentre en la psique, a través de la regulación y la demanda del consumidor, necesitamos ver a las empresas apreciar el valor de reducir y compensar el plástico.
Los críticos de la compensación de carbono dicen que permite que los grandes contaminadores continúen contaminando y compren su camino hacia la neutralidad del carbono. ¿Cómo defiende las acusaciones equivalentes dirigidas a la compensación plástica?
Es un punto justo y algo que he reflexionado desde el principio. El propósito de la compensación plástica es movilizar capital corporativo y canalizarlo hacia la limpieza de los océanos.
También es actuar como un desincentivo financiero para usar plásticos en primer lugar, lo que lleva a reducciones generales en el uso de plásticos. Para lograr esto, la compensación de plástico debe seguir siendo relativamente costosa para el precio de los plásticos. Esto no es un problema actualmente, ya que no tenemos la escala necesaria para bajar los precios tan lejos. Pero es algo que necesita ser monitoreado y abordado en el futuro.
En el futuro, si la compensación de plástico se vuelve más barata debido a las economías de escala, podríamos considerar vincular su costo al precio de mercado del plástico virgen o reciclado, lo que sea más alto, y luego agregar una prima porcentual para la compensación. De esa manera, seguirá siendo una opción más barata no utilizar plástico en primer lugar.
¿Cómo se asegura de que las empresas no utilicen su servicio para lavar su huella plástica?
Es un tema difícil de abordar, pero extremadamente importante. Se analizan diferentes metodologías para determinar el nivel en el que las empresas deben comprometerse con la compensación de plástico. Si el objetivo no es la neutralidad o la negatividad plásticas, entonces, ¿qué compromiso menor es significativo o impactante para que no se considere lavado verde?
Por ejemplo, si una empresa es elegible para compensar 100 millones de kg de plástico, pero solicita solo 10,000 kg, entonces esto podría verse como un lavado verde.
La economía circular es un poco de frase de moda. Si bien no hay duda de que este debe ser el objetivo final, estamos muy lejos de que sea una realidad.
Esto sigue siendo una preocupación constante, el objetivo es tener un nivel mínimo de compromiso en la compensación de plástico, y si eso no se puede lograr, entonces la compensación no debería suceder.
Las empresas quieren seguir usando plástico, pero si eso va a suceder de manera segura y sin una reacción violenta, entonces necesitan arreglar el sistema y limpiar el desorden ya hecho. Esto vendrá a su costo.
Dejando a un lado los beneficios ambientales obvios, las empresas deben considerarlo como una inversión a largo plazo que les permite continuar con sus operaciones. La compensación plástica es una herramienta poderosa para combatir la contaminación plástica en el ambiente marino, que es posiblemente el lugar más peligroso para que el plástico termine.
¿Qué tan bien o no está despegando la economía circular en Asia?
La economía circular es una frase de moda. Si bien no hay duda de que este debe ser el objetivo final, la verdad es que estamos muy lejos de que sea una realidad. Se está blandiendo con demasiada frecuencia por el bien del marketing y las relaciones públicas, en lugar de una discusión alentadora sobre lo difícil que será el viaje y en qué etapa estamos realmente.
¿Cuál es la forma más efectiva de abordar la crisis del plástico en Asia en este momento, para garantizar que no nos ahoguemos en 20 años o menos?
Se necesitará una combinación de partes interesadas que trabajen para lograr el mismo objetivo. Se requiere inversión en infraestructura gubernamental y privada, desarrollos de material de código abierto, revoluciones de diseño de envases, iniciativas escalables para eliminar la gran cantidad de plástico que ya se encuentra en el entorno natural y, lo más importante, los consumidores y productores deben estar dispuestos a hacer los sacrificios necesarios.
