¿Qué debería de hacer una empresa constructora, si por un lado busca el desarrollo en infraestructura del país, y por el otro no quiere afectar el ecosistema de las especies del entorno como el jaguar? Y si el interés es tan grande, ¿estaría dispuesto a seguir el rastro del animal para no perturbar su dinámica natural?
Cada vez se busca más que el desarrollo del país, y los avances estén orientados a la búsqueda de bases sustentables, con lineamientos, estrategias o investigaciones que permitan lograr una relación más amigable entre los proyectos y el medio ambiente.
La construcción de carreteras en específico es un tema que puede ser controversial sobre todo para las comunidades más cercanas. La Secretaría de Comunicaciones y Transportes en México, a través de empresas concesionarias, busca encaminar los esfuerzos de estos proyectos para reducir el impacto ambiental.
ICA, preocupada por generar valor en todas las etapas de sus proyectos, tiene como uno de sus pilares el compromiso con el medio ambiente, definiendo alternativas o rutas que protejan la integridad funcional de los ecosistemas.
Como uno de los mejores ejemplos, ICA llevó a cabo varios estudios de monitoreo de fauna silvestre para la construcción de uno de sus proyectos.
En busca del jaguar
Para la construcción de la carretera Ramales Cedral-Tintal, Tintal-Playa del Carmen, la cual tendrá una longitud de 54 km, y se desarrolla en el estado de Quintana Roo, ICA desarrolló un proyecto innovador, el cual consiste en un monitoreo satelital y fototrampeo, que permite a la constructora trazar rutas alternativas causando un impacto mínimo.
Uno de los principales impactos que tienen las carreteras sobre las poblaciones de fauna, es un aislamiento de los organismos, pues se impide la conectividad de un lado de la carretera hacia el otro. Lo que este proyecto pretende es establecer pasos de fauna que permitan el desplazamiento de los animales, evitando este aislamiento.
Los resultados del monitoreo permitirán determinar los puntos donde más cruzan los animales, para establecer estos pasos de fauna, y que la construcción no se convierta en una barrera para su dinámica e interfiera en su movilidad.
¿Cómo funciona?
El estudio se desarrolló bajo dos líneas de trabajo: el fototrampeo y el monitoreo satelital de grandes felinos.
Las fototrampas son cámaras que se activan con el movimiento de los animales, se instalaron 54 cámaras a lo largo del trazo carretero.
Para llevar a cabo el monitoreo satelital de jaguares y pumas fue fundamental realizar la captura de los animales para colocarles un collar satelital, el cual transmite la geoposición del animal cada dos horas, lo que permite dar el seguimiento a los movimientos que tienen, así como su interacción con el territorio.
Una vez que se coloca el collar se recuperan los datos fisiológicos del animal y se le da la liberación inmediata. Con la participación de especialistas nacionales y extranjeros se ha logrado la captura exitosa de tres jaguares y un puma.
El trabajo de monitoreo de ICA, comenzó desde el 10 de noviembre del 2012, y es el primer proyecto en México de este tipo, los resultados obtenidos han desembocado en un documental donde se muestra a fondo el desarrollo del estudio, así como en la ubicación de actualmente el 60% de los pasos de fauna.
La construcción y el estudio continúan, las investigaciones seguirán por 5 años más para medir la eficiencia de los pasos de fauna, y mejorar cualquier aspecto del proyecto en general.
El documental realizado de 90 minutos, se dio a conocer el 5 de junio del 2013 en el Día Mundial del Medio Ambiente de manera interna, y se presentó en la Asamblea Anual de ICA a todos los colaboradores, mostrando los resultados de su trabajo en conjunto y su compromiso con el desarrollo de México y el medio ambiente.
Ojala que este proyecto se emigre a toda la república Mexicana, además de tener monitoreados y censados a los animales para evitar que los maten sea en atropello o cacería.