A través de spots, personalidades del espectáculo se unieron a la iniciativa En los Zapatos del Otro, impulsada por el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, encabezado por el poeta Javier Sicilia, y el colectivo El Grito Más Fuerte.
En los spots, en los que participan Daniel Giménez Cacho, Diego Luna, Susana Alexander, Ofelia Medina, Héctor Bonilla, entre otros, que se presentaron anoche en el Teatro de la Ciudad, se da voz a quienes exigen justicia, como los familiares de personas asesinadas y desaparecidas, víctimas del crimen organizado.
Víctor Trujillo, Sophie Alexander-Katz, Ilse Salas, Tiaré Scanda, Ximena Ayala, Luis Gerardo Méndez, Flavio Medina, Rodrigo Murray, Julieta Egurrola, Mariana Gajá, Julio Bracho y Sergio Arau son otros de los artistas que participaron en los videos que se transmitirán en televisión.
Bruno Bichir, quien también forma parte de este colectivo, destacó la importancia de ponerse «En los Zapatos del Otro» porque hay familias que han perdido a sus hijos, su casa, su posibilidad de trabajo y todo.
«Soy Araceli Rodríguez, radico en Ciudad Neza, Estado de México. Mi vida se oscureció un 16 de noviembre de 2009 cuando mi hijo, un policía federal, fue enviado a Ciudad Hidalgo, Michoacán, en una comisión junto con otros seis policías y un civil.
«Desaparecieron en el camino, yo no he parado de buscarlos ni pienso parar», dicen las actrices Julieta Egurrola y Susana Alexander en una de las cápsulas.
«Soy Javier Sicilia, mi hijo Juan Francisco fue brutalmente asesinado junto con Julio César Romero Jaime, Luis Antonio Romero Jaime y Gabriel Anejo Escalera, víctimas de esta guerra que ha puesto al País en un estado de emergencia», hablan Daniel Giménez Cacho y Ofelia Medina.
«Soy Nepomuceno Moreno, de Sonora. Mi hijo Jorge Mario Moreno León desapareció el 1 de julio de 2010. Al parecer todo el mundo sabe lo que pasó, menos la Policía», dice Héctor Bonilla en otro de los spots presentados.
Previo al acto, Javier Sicilia expresó que se encontraba conmovido porque miembros de la comunidad artística se habían unido en solidaridad al proyecto.
«Si no nos miramos como hermanos y no reconocemos que el dolor del otro es nuestro; si no hacemos que los hijos de los otros sean nuestros y viceversa, no nos enfrentamos juntos al crimen».
Durante la presentación de los clips en el Teatro de la Ciudad, que recibió a más de mil personas, la primera actriz Rosa María Bianchi leyó algunos versos del poema «Salir de Mí», de Octavio Paz.
«Los actores hacemos esto a menudo, nuestro trabajo consiste en representar la vida de otras personas, sean ficticias o reales. Desde nuestro oficio apoyamos al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad», indicó.
«Nos hemos puesto en los zapatos de los otros para comprender a cabalidad la tragedia por la que atraviesan sus vidas. Nos mueve la compasión, no en el sentido estrecho de la palabra como lástima o conmiseración, sino en el más amplio: la compasión que reconoce el sentimiento del otro y que nos convoca a desear aliviar su sufrimiento».
Agregó que ellos que dan su rostro para representar la voz y las historias de las víctimas se rebelan de esta manera al miedo que se pretende imponer.
«Es nuestra forma de resistir los horrores de la guerra, de la injusticia generalizada y convocar a los demás ciudadanos a hacer lo propio», explicó.
«Sabemos que sólo entre todos y desde abajo podemos reconstruir los lazos sociales de convivencia y concordia que hoy han sido cercenados por los señores de la muerte. Exigimos desde la dignidad y la no violencia a que nos invitan las víctimas, paz con justicia para vivir».
De inmediato, una larga ovación de pie se originó en el recinto del Centro Histórico, donde yacían cientos de pares de zapatos de mujer y de hombre sin dueño y con un letrero en el que se leía: «¿Dónde están?».
A esta iniciativa se solidarizaron exponentes de la música, como El Gabinete, Paté de Fua y Juan Pablo Villa.
Tras casi dos horas y luego de la presentación de los spots y cápsulas, activistas, organizadores, actores, músicos, así como familiares y amigos de las personas fallecidas o desaparecidas subieron al escenario del Teatro de la Ciudad para unirse en un abrazo.
Desde sus butacas, el público gritó al unísonos: «¡No están solos!».
Muchas personas quedaron fuera de la ceremonia debido a que, según personal del recinto, ya no había lugares o porque no adquirieron su boleto a tiempo, cuyo costo fue de 150 pesos.
Los fondos recaudados se entregarán al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad para apoyar a las víctimas.
Fuente: Reforma.com
Publicada: 31 de enero de 2012.