Con ocasión de una prueba tan especial, como esta del Seat Altea Electric XL Ecomotive, queríamos ofrecer un breve resumen de las peculiaridades de este monovolumen eléctrico. De por qué lleva placas solares en el techo, unas levas de cambio tras el volante si en realidad no dispone de caja de cambios y hasta qué punto es cierto que se trata de un eléctrico 100% español.
El Seat Altea Electric XL Ecomotive nace con dos peculiaridades. Empezamos por el hecho de que sea el primer vehículo eléctrico español que puede considerarse como tal, o parcialmente español como veremos más adelante. Por otro lado es interesante que aún se trate de un modelo de pruebas, o prototipo, del que apenas se han construido seis unidades que rodarán al servicio de flotas e instituciones en Madrid y Barcelona, o como es el caso de la unidad que probamos nosotros, estarán al servicio de los ingenieros de Martorell para desarrollar e investigar la tecnología eléctrica para el futuro de la marca.
Partiendo de la base de que la mecánica que emplea, y las baterías, proceden del Grupo Volkswagen no es del todo cierto afirmar que se trate de una creación 100% española. Sin embargo la ingeniería, el ensamblado o las soluciones que emplea este Seat Altea Electric XL Ecomotive han sido desarrolladas exclusivamente en Martorell.
Recordemos muy brevemente que este motor eléctrico desarrolla 115 CV y un par de 270 Nm. Su velocidad máxima es de 135 km/h, pero dependiendo del modo de consumo y ahorro que vayamos a emplear se puede reducir. En modo Range la velocidad está limitada a 115 km/h, dado que el objetivo es aumentar la autonomía al máximo.
En general su conducción no se diferencia demasiado de la que nos puede ofrecer un Seat Altea normal y corriente.
En Seat desde hace tiempo ya idearon un sistema de aprovechar uno de los recursos más importantes de España, que además es gratuito, el sol. Para ello desarrollaron un sistema de placas solares instalado en el techo practicable (ya lo vimos en el Exeo) que permite refrigerar el habitáculo sin consumir más energía que la del sol incluso cuando nos encontramos a cientos de kilómetros de nuestro vehículo. En el caso del Altea Electric XL Ecomotive el sistema se puede accionar a distancia empleando un teléfono móvil.
En el caso de un eléctrico la climatización es crucial. Imagínense la cantidad de energía que podríamos consumir para refrigerar el habitáculo de un vehículo (sobre todo si su carrocería es oscura) después de haber estado durante horas aparcado a pleno sol con más de 40º de temperatura.
Como en otros eléctricos el Altea eléctrico no cuenta con caja de cambios, más allá de una única marcha y un transformador que se encarga de obtener la potencia exacta de las baterías en cada momento para ofrecer una aceleración lineal, sin brusquedades y con el consumo energético óptimo. ¿Por qué lleva entonces levas tras el volante?
Este Seat Altea Electric XL Ecomotive se sirve de las levas para que el conductor regule el grado de retención del motor al soltar el acelerador en función del ahorro de energía que busque, puesto que a mayor retención mayor será la recarga del sistema de regeneración de energía, o el nivel de carga de las baterías.
Para concluir está claro que la idea de lanzar un eléctrico al mercado en estos momentos no parece ser una opción rentable para nadie. Es más, responde específicamente a la estrategia de aquellas marcas que apostaron desde el principio por invertir buena parte de sus esfuerzos y recursos económicos para hacerse con un trocito del pastel de un nicho de mercado que aparentemente ganará fuerza con el tiempo.
En resumen, aún tendremos que esperar bastante para ver los primeros eléctricos de Seat en la calle. Basta con que veamos los movimientos que ha realizado el Grupo Volkswagen en los últimos años para comprender que los primeros en entrar de lleno en la movilidad eléctrica serán Audi (este año llegará el deportivo R8 e-tron con una tirada muy limitada y exclusiva) y Volkswagen (tal vez para la nueva generación de Golf que se estrenará este año).
Fuente: diariomotor.com
Por: David Villarreal
Publicada: 26 de abril de 2012