Tan solo en Latinoamérica son más de 145 millones de personas que trabajan todos los días, reciben un sueldo cada semana o quincena y así, se sostienen. El futuro no es prometedor puesto que no tienen alguna cotización en ningún sistema de seguridad social que permita asegurar el futuro, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En diez años, en LATAM, la cobertura creció 8 puntos porcentuales en la región, sin embargo México se quedó muy atrás, puesto que únicamente consiguió 1%.
La OIT presentó un informe sobre la Protección Social en América Latina y el Caribe, en donde dice que 55% de los trabajadores latinos está fuera de los sistemas de seguridad, el 44.6% ha crecido 8% desde 2005, cuando antes llegaba solo a 36% de los trabajadores.
Dicho reporte está basado en una evaluación de 16 países de la región, de los cuales seis tienen una cobertura menos al 31.6% de México. El Salvador 30.8%, Perú 25.6%, Paraguay 21.4%, Guatemala 19.9%, Honduras 18% y Bolivia 17.4%. México está en último lugar en cuanto a crecimiento: únicamente 1% en comparación con lo que crecieron Paraguay 8%, o Perú 12% en la década de 2005 a 2015.
De acuerdo con información de Animal Político, los países que menos crecimiento tuvieron durante ese periodo son República Dominicana 15.8% y Uruguay 14%, nación que también cuenta con la mayor cobertura de los 16 países evaluados, llegando a 75.6%.
55% de los trabajadores latinos está fuera de los sistemas de seguridad.
México se queda atrás en el crecimiento
La falta de iniciativas y falta de planes coordinados han estancado a nuestro país y es que según HelmutSchwarzer, Especialista Principal en Protección Social y Desarrollo Económico para las Américas de la OIT, es necesario que el gobierno inserte a más sectores al empleo formal.
“Para aumentar la cobertura, Uruguay tuvo reformas al sistema de seguridad social: incorporó a más personas. Allá es obligatorio afiliar a todas las categorías ocupacionales y en México no todas son obligatorias, como los trabajadores domésticos. Sería necesario transformar la ley para que estos grupos que hoy son afiliados voluntarios pasen a ser obligatorios”.
En México, los trabajadores independientes que sí pagan sus contribuciones, son un sector olvidado puesto que el país no aparece ni siquiera en el conteo de la OIT en la categoría. Por ello en el ranking de trabajadores por cuenta propia cotizantes, no figura en el país porque no cuenta con esquemas de prestaciones independientes para que ellos mismos paguen sus contribuciones.
Así como en Chile, donde hay una cobertura por riesgos de trabajo a los trabajadores del hogar, a través del Instituto de Seguridad Laboral, que se asemeja al IMSS.
“El trabajador que usa efectivo, que no tiene un local, puede condensar todos sus impuestos en un régimen y recibir seguridad social. Por eso México tiene una cobertura de 30 % y en otros países llegan a 70, porque dan algunas prestaciones a trabajadores independientes”.
No se puede crear un plan integran efectivo para la formalización del empleo y según Schwarzer, “no hubo en el periodo 2005-2015 un abordaje integrado de políticas en busca de la formalización, solo en los últimos dos años hemos visto un esfuerzo más coordinado de sinergia”.
En el informe se dan a conocer varias desigualdades que padecen los latinoamericanos en cuanto seguridad social e ingreso. Uno de los pasos que destaca es la integración de trabajadores del hogar a la formalidad, con ello se redujo la brecha de género que se encuentra todavía en varios países y que no han reconocido este sector, así como México.
La desigualdad también se nota en el ingreso de los trabajadores de la región, puesto que los que ganan más tienen más cobertura que los que reciben un salario menor.
“Siendo una región con desigualdad, América Latina traslada las importantes desigualdades de sus mercados laborales a la seguridad social. Sin embargo México y Paraguay se apartan del patrón de mejoras en la distribución del ingreso”.
Cabe mencionar que el porcentaje de ellos que cuenta con salario y pensión no rebasa el 8% en promedio, los que sólo tienen salario apenas llegan a 15 % y hasta 33 % no tiene salario ni pensión. Esta última categoría alcanza 55.3 % en México.
Si la situación continúa con el mismo patrón, América Latina y el Caribe tardará 70 años en llega a una cobertura total y la tendencia será una mayor informalidad y empleos independientes.