La Unión Europea fracasó este martes en el intento de llegar a un acuerdo sobre el mantenimiento en los próximos años del actual programa europeo de ayuda a los más necesitados, por la oposición de una minoría de bloqueo formada por seis países.
En los últimos meses, la Comisión Europea anunció que habría una drástica reducción para el año 2012 en el subsidio de ayudas de alimentos.
Los estados miembros que se oponen al mismo (Alemania, Suecia, Reino Unido, Dinamarca, Holanda y República Checa) se apoyan en una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE del mes de abril que concluyó que el programa no se aplica como debería, ya que en principio solo debería repartir alimentos que procedan de los excedentes de intervención.
El comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos, lamentó en rueda de prensa que algunos Estados miembros utilicen esa sentencia, que no cuestiona la base jurídica del programa, para poner en duda el mantenimiento en sus términos actuales.
Ciolos criticó la «falta de voluntad política» mostrada en la reunión y subrayó que tanto la Comisión como el Parlamento Europeo apoyan el programa, del que cada año se benefician más de 18 millones de personas.
El ministro polaco del ramo, Marek Sawicki, cuyo país ejerce la presidencia rotatoria de la Unión, explicó que se mantendrán contactos con los seis países que bloquean el acuerdo para buscar avances y anunció que el asunto se incluirá en la Cumbre europea del próximo octubre.
Política nacional, no europea
Tras la sentencia del Tribunal, la cuantía del programa se tendría que reducir a 113 millones para 2012, frente a los cerca 500 millones de euros otorgados en años pasados.
Sin embargo, tanto la Comisión como el Parlamento Europeo defienden el mantenimiento del nivel de ayudas actuales.
La ministra española de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, indicó a su llegada a la reunión que es «absolutamente inexplicable e impresentable» que la UE se plantee recortar el programa en la situación actual, con millones de europeos en exclusión social.
En el debate político, Reino Unido, Dinamarca y Holanda insistieron en que el programa de ayuda debería ser una política nacional y no europea.
Los seis países argumentan además que ese tipo de iniciativa no debería enmarcarse en la PAC sino en política social.
Aunque durante años la mayoría de los productos que se reparten entre la población necesitada provenía de excedentes alimentarios, como establece el Tribunal, la progresiva desaparición de los mismos hizo a la Comisión recurrir al mercado para su adquisición.
En 2009, el 80 % de los alimentos del programa se adquirían en el mercado.
España, uno de los países más beneficiados por el programa, recibió en 2010 fondos superiores a 50 millones de euros.
Fuente: Elmunod.es
Publicada: 20 de septiembre de 2011.