El Senado de la República aprobó ayer una reforma que faculta al Programa Nacional para el Aprovechamiento Sustentable de la Energía a formular una estrategia para la sustitución de lámparas energéticamente ineficientes, antes conocidas como lámparas incandescentes, por lámparas con mayor eficiencia energética, o lámparas fluorescentes ahorradoras.
La reforma obliga además a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) a sancionar de 100 a 10 mil veces el salario mínimo a quien quiera importar, distribuir o comercializar, lámparas que no tengan las características y/o especificaciones mínimas que se establezcan en las normas oficiales mexicanas para tenerlas como lámparas energéticamente eficientes.
El proyecto que reforma los artículos 7 y 30 y se adiciona el título séptimo con la denominación “otras disposiciones” de la Ley para el Aprovechamiento Sustentable de la Energía, se devolvio a los diputados debido a que los senadores hicieron cambios.
El coordinador del PT en el senado, Ricardo Monreal, explicó que las modificaciones plantean sustituir lámparas incandescentes por las lámparas ahorradoras que cuentan con una vida útil mayor y así contribuir a disminuir los gases de efecto invernadero y combatir el cambio climático.
“Este tema, por pequeño que parezca, tiene que ver con la seguridad energética, situarse a la vanguardia de la eficiencia energética es una de las mejores vías para alcanzar la suficiencia de suministros frente a la demanda y ante las exigencias de desarrollo de largo plazo”, dijo.
Monreal recordó que el sector eléctrico mundial es responsable de 40% de la emisión de gases del efecto invernadero causados por el hombre.
En México —detalló— la generación de la energía eléctrica en 2009 fue 81% fósil y 19% limpia y de acuerdo a la Estrategia Nacional de Energía 2010, en 2024 65% de la energía provendrá de fuentes fósiles y sólo 35% de energías limpias.
“Ahora se presencian dos transiciones simultáneas: una dentro de los hidrocarburos del petróleo al gas natural y otra del conjunto de los combustibles fósiles hacia fuentes alternas nuevas y limpias. Este vínculo energía-ambiente es precisamente el eje irrenunciable de las futuras fases de la transición y de las nuevas modalidades de seguridad energética, México, bajo ninguna circunstancia, puede permanecer a la saga”.
Monreal dijo que por esa razón es importante la reforma, pues pretende dar mayor certidumbre jurídica, mayor compromiso y más coordinación dentro de los niveles de gobierno para atender con premura el complejo fenómeno que es el cambio climático.
“Es en esta tesitura en la que se plantea poner en marcha la estrategia consistente en sustituir lámparas incandescentes, ya que son más eficientes energéticamente. Para contextualizar la magnitud de lo que implica probar y poner en marcha este proyecto, destacamos los siguientes aspectos: significará bajar 30% la factura eléctrica del país si se cumplen los términos del propósito del legislador; reducir subsidios, y evitar 30 millones de toneladas de dióxido de carbono.
“Cuando se eliminan los focos incandescentes equivale a dos décadas de la aplicación del horario de verano en términos de ahorro de energía, de acuerdo con Green Peace México, es por ello que 30 países ya han optado por esta alternativa”.
Dijo que no debemos rehuir a sostener estos compromisos para reducir la emisión de gases del efecto invernadero.
Aunque —aceptó— no es todo lo que se requiere, “es apenas la punta del iceberg, una pequeña fracción de lo que se requiere”.
Fuente: El Universal, Nación, p. A22.
Reportero: Ricardo Gómez.
Publicad: 8 de abril de 2011.
