Número 6
17 de Septiembre de 2008
Dr. Roberto Delgado Gallart
Cuando enfrentamos un peligro, los seres humanos buscamos la forma de protegernos, de salvar la vida, de resguardarnos. Pero hay quienes, por diversas circunstancias, no pueden hacerlo. Quedan, literalmente, indefensos.
En los sismos de 1985, entre los más indefensos estaban los recién nacidos del hospital General y del hospital Juárez. Solos, sin sus padres, aislados en sus incubadoras, ignorantes de su entorno, no eran dueños de su vida ni de su espacio, quedando a merced del derrumbe de dichos hospitales.
A diferencia de los adultos, de quienes podían gritar pidiendo ayuda, los bebés –en total 16– tuvieron que ser rescatados varios días después de los sismos.
Hoy, de los 16 “bebés del terremoto”, 13 viven en México, uno en los Estados Unidos, y dos fallecieron. Los médicos aseguran que estos jóvenes, ahora de casi 23 años de edad, no sufrieron ninguna secuela por haber estado sepultados. Probablemente se deba a que su edad, en ese momento, se medía en horas. No sabían lo que pasaba.
Pero para el resto de lo mexicanos, su rescate y supervivencia representaron mucho, mucho más: fueron el símbolo y emblema que nos unió como nación en torno a una misma esperanza ideal: el de superar los derrumbes, los destrozos, las pérdidas humanas y materiales, y salir adelante, a pesar del dolor, a pesar del vacío, a pesar del silencio.
Hoy tienen 23 años de edad. Nosotros somos 23 años mayores. ¿Habremos aprendido algo, verdaderamente, en este plazo, sobre la prevención y atención de desastres?
Recuerde que seguimos recibiendo sus recuerdos, anécdotas y reflexiones sobre los terremotos del 85 al correo electrónico [email protected]
Esto fue responsabilidad social, en pocas palabras. Soy su amigo Roberto Delgado. Muchas gracias.
Dr. Roberto Delgado Gallart
Director del Centro Latinoamericano Anáhuac de Responsabilidad Social (CLARES)
[email protected]
www.anahuac/clares
Dr. Roberto Delgado Gallart
Doctor en Administración de Empresas por la Universidad de Aix-Marseille, Francia, es Fundador y Director del Centro Latinoamericano de Responsabilidad Social de la Universidad Anáhuac, desde donde se imparten tanto la 1ª. Maestría en Responsabilidad Social en América Latina, así como el Diplomado de Administración de Instituciones de Asistencia Social a todo el país. Premio Nacional al Altruismo 2004, miembro del Consejo Directivo del Centro Mexicano para la Filantropía CEMEFI, así como de diversas organizaciones y fundaciones, ha participado en innumerables proyectos de Desarrollo Social, fue Coordinador General de Logística de la IV y V Visitas de S.S. Juan Pablo II a México.