Número 7
Dr. Roberto Delgado Gallart
Cuando se piensa en los sismos del 85, nuestra reacción inmediata es recordar el miedo, las vidas perdidas, la destrucción y, en general, todos los aspectos terribles y negativos de esos aciagos días.
Sin embargo, todos quienes lo vivieron en carne propia, todas aquellas personas que estuvieron en las calles y los albergues, que ayudaron en los rescates y la remoción de los escombros, y que, en general, fueron parte de esa comunidad anónima y desconocida –que nunca recibió medallas ni diplomas– sino que simplemente ayudó, nunca podrá pensar en esos días sin reconocer que, con la caída de los edificios, también cayeron, aunque por pocas semanas, unas murallas que parecían imbatibles: las barreras sociales.
Y es que, durante los días y semanas subsiguientes, boy scouts uniformados y chavos banda hicieron juntos cadenas humanas para retirar piedras y varillas; estudiantes de universidades privadas compartieron una torta y un refresco con los habitantes de las colonias populares con quienes repartían alimentos en los albergues, y soldados y civiles se turnaban para llevar cubeta tras cubeta de escombros de los edificios derruidos a las calles aledañas.
Pero eso no fue todo: los conductores capitalinos, célebres por su agresividad y el lema informal “primero muerto que ceder el paso” se abrían para que otros autos, con voluntarios, llegaran rápidamente a sus destinos.
Los terremotos fueron, sin duda, la experiencia más destructiva de esa generación, pero también la más humana, la más fraternal, la más igualitaria y, a pesar del abuso del término, la más solidaria de todas. ¿Acaso necesitaremos de otros terremotos para recuperar esa calidad humana y esa responsabilidad social entre todos los mexicanos?
Esto fue responsabilidad social, en pocas palabras. Soy su amigo, Roberto Delgado. Muchas gracias.
Dr. Roberto Delgado Gallart
Director del Centro Latinoamericano Anáhuac de Responsabilidad Social (CLARES)
[email protected]
www.anahuac/clares
Dr. Roberto Delgado Gallart
Doctor en Administración de Empresas por la Universidad de Aix-Marseille, Francia, es Fundador y Director del Centro Latinoamericano de Responsabilidad Social de la Universidad Anáhuac, desde donde se imparten tanto la 1ª. Maestría en Responsabilidad Social en América Latina, así como el Diplomado de Administración de Instituciones de Asistencia Social a todo el país. Premio Nacional al Altruismo 2004, miembro del Consejo Directivo del Centro Mexicano para la Filantropía CEMEFI, así como de diversas organizaciones y fundaciones, ha participado en innumerables proyectos de Desarrollo Social, fue Coordinador General de Logística de la IV y V Visitas de S.S. Juan Pablo II a México.
