Como cada año, el 12 de agosto se conmemora el Día Internacional de la Juventud. Esta celebración surge tras la declaración del año 1985 como el primer Año Internacional de la Juventud, convirtiéndose en una celebración oficial para Naciones Unidas a partir del 17 de diciembre de 1999 luego de la aprobación de la resolución número 54/120 de la Asamblea General.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), lanzó este año su informe sobre la medición de pobreza 2014, el cual ubica a la entidad como el cuarto estado más pobre del país, superado únicamente por Chiapas, Guerrero y Oaxaca.
Puebla ocupa el quinto lugar de los estados más poblados del país con 5 millones 779 829 personas, de las cuales, según el estudio del CONEVAL, el 64.5% se encuentra en situación de pobreza y el 16.2% en extrema pobreza.
Una persona se encuentra en situación de pobreza cuando tiene al menos una carencia social. A saber, los seis indicadores son: rezago educativo, acceso a servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, servicios básicos en la vivienda y acceso a la alimentación. Además de que su ingreso económico es insuficiente para adquirir bienes y servicios que satisfagan sus necesidades.
Por otra parte, una persona vive pobreza extrema si tiene tres o más carencias de las ya mencionadas, y además, se encuentra por debajo de la línea de bienestar mínimo (que en el ámbito rural asciende a los $898.78, y en el ámbito urbano asciende a los $1,281.05 mensualmente). Las personas en esta situación cuentan con un ingreso demasiado bajo, por lo que, aun si lo dedicasen por completo a la adquisición de alimentos no podrían adquirir lo necesario para una vida sana.
Pese a que del 2010 al 2014 hubo una disminución de poblanos en condiciones de pobreza extrema, el número de personas en pobreza creció en 342 mil 548.
El informe del CONEVAL, también muestra el caso contrario, es decir, el porcentaje de la población no pobre y no vulnerable, el cual representa tan solo el 10.5% del total de la población del estado.
Ese porcentaje deja de tener valoración cuando el estudio recalca otros indicadores que se despliegan de la situación de pobreza actual. Existe un 22.9% de población con rezago educativo, un 18.9% que carece de acceso a la calidad y espacios en la vivienda, 23.3% carente a la alimentación y 21.2% carente de acceso a servicios de salud.
Pero, ¿qué significan estas cifras para los jóvenes que habitan en el municipio de Puebla? De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la población total en el municipio de Puebla es de 1,539, 819 personas, de las cuales el 27.2% (aproximadamente 418,830) son jóvenes de entre 15 a 29 años. De esta cifra, únicamente el 16% representa a la población de 18 años o más que cuenta con estudios profesionales.
En el año 2011, el total de alumnos egresados en educación básica y media superior fue de 95,024 personas, lo que indica que menos de la mitad del total de los jóvenes han concluido sus estudios.
Asimismo, de acuerdo con el INEGI, en el estado de Puebla de cada 100 personas de 15 años y más,
- 9.3 no tienen ningún grado de escolaridad.
- 59.2 Cuentan con educación básica terminada.
- 0.3 Estudiaron una carrera técnica o comercial con primaria terminada.
- 16.2 finalizaron la educación media superior.
- 14.6 concluyeron la educación superior.
Resulta difícil para cualquier joven concluir una educación cuando no puede acceder a los servicios básicos como salud y alimentación, por lo que en muchas ocasiones, este tema queda relegado a segundo término, mermando sus oportunidades de acceder a una mejor calidad de vida.
En el año 2008 el CONEVAL publicó un informe con motivo del Día Internacional de la Juventud, en el que se señala que Puebla ya concentraba uno de los mayores porcentajes de jóvenes en pobreza en el país, al tener un 61.6% de su población joven viviendo en estas condiciones.
El compromiso y la participación de la juventud es esencial para lograr el desarrollo sostenible de una sociedad, pero ¿de qué manera se logrará cuando, a menudo, las oportunidades para los jóvenes son pocas o inexistentes? ¿Cómo lograrán una estabilidad profesional y de vida cuando no pueden acceder a los servicios básicos?
Un panorama desalentador surge al recabar estos datos, sin embargo, existen organizaciones de la sociedad civil y organismos internacionales que buscan soluciones y generar autonomía en las personas y comunidades, para que en conjunto, se pueda combatir la pobreza.
Desde luego, la relación de estas organizaciones con el gobierno no queda exenta, pues de ella surge la colaboración para llevar a cabo las acciones promovidas por ONG y el trabajo continuo de sus voluntarios.
Este Día Internacional de la Juventud, vale la pena informarse, reconocer el contexto en el que estamos inmersos y sumarse para crear mejores condiciones de vida para los jóvenes en nuestro estado.
Si deseas obtener información acerca del trabajo que TECHO realiza para combatir la pobreza en México y como puedes participar, visita: www.techo.org/mexico/
Comunicado de Prensa