No es un secreto. Vivimos una era de crisis social y ambiental que demanda atención, no solo por parte de los gobiernos, también del sector privado. Es en este contexto que han comenzado a surgir empresas que adoptan un nuevo paradigma de negocios. Las llamadas empresas de triple impacto. ¿Qué son exactamente y cómo puedes reconocerlas?
Empresas de todos los tamaños e industrias se esfuerzan por encontrar acciones viables que les permitan continuar con sus operaciones reduciendo el impacto social y ambiental. Mientras, emprendedores de diversos países del mundo han comenzado a poner en marcha iniciativas de triple impacto. Ya sea como su primer acercamiento a la actividad empresarial, o como un proyecto alterno.
A diferencia de las organizaciones de la sociedad civil, cuya actividad no es lucrativa; las empresas de triple impacto participan activamente en la dinámica económica de sus comunidades. Se trata de organizaciones que buscan contribuir en el progreso económico y social, al tiempo que favorecen la conservación del medio ambiente.
No obstante, la mayoría de los países carece de una figura legal que reconozca a las empresas de triple impacto y pueda diferenciarlas del resto de las organizaciones lucrativas y no lucrativas. Como resultado, incentivar la creación de negocios que funcionen bajo este esquema es particularmente complicado.
Argentina estrena normatividad
Luego de la reciente aprobación de la Ley de Emprendedores en Argentina, se busca ahora el reconocimiento legal de las empresas y emprendedores de triple impacto con la Ley BIC presentada en el Congreso Nacional. Las empresas de triple impacto hoy funcionan como organizaciones sin fines de lucro o sociedades comerciales, sin tener ninguna de estas formas jurídicas, y de allí que la aprobación de la Ley BIC será un avance fundamental para apoyar a un sector que está transformando la economía.
La Ley BIC es un régimen especial que identifica y regula empresas que integran en su negocio la creación de valor económico, social y ambiental. Su importancia radica en que estas empresas, entre ellas las Empresas B, son un sector clave para evolucionar hacia una nueva economía más inclusiva y sustentable.
El impacto social y ambiental positivo es aquel que implica un beneficio de interés colectivo para la sociedad y el ambiente, tomados en su conjunto. Ese beneficio es producido como resultado de la actividad que realiza la empresa o de cómo la realiza.
Hoy en día los emprendedores de triple impacto no tienen un reconocimiento legal que proteja a las empresas y que permita al Estado potenciarlas. Por ello se espera que el Congreso Nacional avance en la aprobación de la ley que beneficiará de forma directa a emprendedores sociales y Pymes, organizaciones de la sociedad civil, inversores de impacto y consumidores en su conjunto.
Es importante mencionar que con dicha ley no sea crea un nuevo tipo societario, sino un régimen especial aplicable a cualquier tipo de sociedad -existente o que se constituya en el futuro- que opte por acogerse a este.
El Proyecto de Ley BIC posibilitará que, por ejemplo, una Sociedad Anónima (S.A.). o una Sociedad Anónima Simplificada (S.A.S) o cualquiera de los otros tipos legales previstos en la Ley General de Sociedades N° 19.550 pase a ser una S.A. “B.I.C.” /S.A.S B.I.C. La Ley General de Sociedades N° 19.550 no se modifica ni se crea un tipo legal nuevo.
¿Qué beneficios impositivos otorga la Ley BIC? Ninguno. El objetivo principal de la ley es identificar, reconocer y promover a los emprendimientos de impacto social y ambiental. Los diversos beneficios surgirán del mercado y/o de políticas que el Estado pueda implementar a través de programas de compras públicas preferenciales, facilidades de acceso al crédito o a fondos, etc.