Royal Dutch Shell planea realizar la mayor inversión de una de las grandes petroleras en biocombustibles, firmando una alianza de US$12,000 millones con la brasileña Cosan para producir etanol.
La alianza estratégica, que dará lugar al tercer distribuidor de combustibles más importante del país más grande de Latinoamérica, marca la entrada de Shell al mercado de etanol. Esta estrategia de Shell se da a conocer después de que la inglesa BP firmó un acuerdo para desarrollar un proyecto de biocombustibles en Brasil, invirtiendo más de US$1,000 millones.
Las acciones de Cosan se dispararon 10.7% este lunes en Sao Paulo después de que se anunció el acuerdo. Las acciones de Shell por su parte subieron 1.1% en Londres, comparado con el incremento del 0.3% del índice europeo Dow Jones de petróleo y gas.
«Es un voto de confianza de una de las grandes petroleras en la industria brasileña de etanol,» declaró Jonathan Kingsman, director general de la consultora suiza Kingsman SA. «Espero más inversiones por parte de las grandes petroleras en el etanol brasileño, tanto en producción como en distribución.»
La alianza 50-50, con casi 4,500 estaciones de servicio a nivel nacional, posicionará a Cosan y a Shell para competir con los dos grandes de Brasil: Petrobras e Ipiranga, una división del grupo brasileño Ultra.
Cosan aportará su infraestructura de distribución y de producción de etanol, con un valor en activos por un total de US$4,930 millones y una deuda de US$2,520 millones.
Shell contribuirá con sus gasolineras y con su negocio de venta de turbosina valuado en US$3,000 millones e inyectaron Us$1,630 millones en la nueva empresa en un periodo de dos años. En total, el Joint venture valdrá US$12,000 millones.
Cosan incursionó en el negocio de venta de combustibles cuando adquirió la cadena de estaciones de servicio de Esso por cerca de US$1,000 millones. Cosan también decidió comprar una cadena local de estaciones de servicio llamada Petrosul por una cantidad que no se dio a conocer.
Cosan no incrementará inmediatamente su capacidad de procesamiento de caña de azúcar de 60 millones de toneladas anuales, pero se hace de un fuerte aliado en un momento en el que sus competidores pequeños son vulnerables a tomas hostiles.
Las empresas esperan duplicar la producción actual de 2,000 millones de litros anuales a cerca de 5,000 millones de litros, según una declaración de Mark Williams, uno de los directores de Shell, pero no especificó en cuanto tiempo.
Otras empresas extranjeras, como la norteamericana Bunge y la francesa Louis Dreyfus han adquirido empresas productoras de biocombustibles en Braisl.
