La mañana de este martes, 340 activistas de Greenpeace sellaron un edificio en Bruselas donde se reúnen los Ministros de Economía de los países miembros de la Unión Europea, para discutir cómo reunir el financiamiento necesario para que los países en desarrollo enfrenten los retos del calentamiento global.
A pesar de ser una acción directa no-violenta, los activistas procedentes de 20 países europeos, entre los que se encontraban directores ejecutivos de algunas oficinas de aquel continente, fueron arrestados y golpeados. Cinco de ellos se encuentran aún en el hospital.
La presencia de los activistas de Greenpeace reclamaba que en «en octubre del año pasado, la Unión Europea destinó 1.7 trillones de euros -provenientes de dinero público- para salvar a los bancos y a sus directivos, pero a la fecha no han destinado ni un sólo céntimo para salvar al planeta. Queremos asegurarnos de que también se dé apoyo económico para combatir la crisis climática. Si el planeta fuera un banco ya lo habrían salvado”, señaló María José Cárdenas, coordinadora de la campaña de cambio climático y energía de Greenpeace México.
Para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a los impactos del cambio climático que ya son inevitables, los países desarrollados deberán comprometerse a proporcionar financiamiento de 110 mil millones de euros anuales para el año 2020 (1) para los países en desarrollo con el fin de que estos se comprometan de manera sólida con la lucha contra el cambio climático.
La contribución de cada país para el “Fondo para la Protección del Clima» -la propuesta de Greenpeace- debe basarse en su capacidad económica y en su responsabilidad histórica con relación al cambio climático. En función de estos criterios, Europa debería contribuir con aproximadamente 35 mil millones de euros anuales, el equivalente a la cifra de $25.46 pesos semanales por ciudadano (2).
“Los líderes fallaron en su respuesta ante las señales de alarma en relación con la crisis financiera y ya estamos pagando el precio. No podemos permitir que cometan el mismo error ante la crisis climática. Es el momento de hacer efectivas las inversiones necesarias para que el cambio climático no siga adelante porque lo que nos jugamos en este caso es, nada más y nada menos, que la Tierra”, agregó Cárdenas.
Próximamente, México presentará el Programa Especial de Cambio Climático que, se espera, señale el camino a seguir para alcanzar el compromiso internacional hecho por nuestro país en 2008, con el fin de reducir el 50 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2050.
Ese programa, además, deberá establecer cuánto dinero se utilizará del Producto Bruto Interno para financiar el uso de nuevas tecnologías, acabar con la deforestación y adaptar a las comunidades más vulnerables a los impactos del cambio climático. «México debe refrendar su compromiso en la lucha contra el cambio climático asignando un porcentaje de dinero público, constante y sonante, para hacer frente a la crisis climática. De otra forma, sólo serán buenas intenciones que no llegan a materializarse», enfatizó Cárdenas.
Para disponer de los fondos públicos necesarios, Greenpeace apoya un nuevo esquema que incorpore la variable de ponerle un precio a las emisiones de gases de efecto invernadero anuales y obligue a los países ricos a pagar por su huella de carbono (3).
Las decisiones que se tomen hoy influirán directamente en la posición de la Unión Europea (UE) en la Cumbre del Clima de diciembre de 2009 en Copenhague, Dinamarca.
Los Jefes de Estado europeos se reunirán el próximo 19 y 20 de marzo en Bruselas para decidir cuánto dinero pondrá la UE para que los países en desarrollo combatan el cambio climático. Destacados científicos reunidos esta semana en Copenhague están advirtiendo de que las consecuencias se van a precipitar si los políticos continúan sin tomarse en serio el reto del cambio climático (4), y sin una postura de liderazgo en materia de financiamiento para salvar al clima, se debilitan los resultados de la cumbre de Dinamarca.
Notas:
[1] El paquete financiero debería ser repartido de la siguiente manera:
– 40.000 millones de euros (anuales para 2020) en apoyo al desarrollo de energías limpias;
– 30.000 millones de euros (anuales para 2020) para reducir la deforestación y sus efectos en las comunidades locales (ver www.greenpeace.org/forestsforclimate)
– 40.000 millones de euros (anuales para 2020) para promover e instrumentar medidas de adaptación a los efectos del cambio climático.
*[3]* Para ver la contribución económica de cada país de la UE se puede consultar http://www.greenpeace.org/eu-unit/press-centre/policy-papers-briefings/financing-eu-responsibility-270209
*[4]* Los científicos se encuentran reunidos del 10 al 12 de marzo en la «Climate Change: Global Risks, Challenges and Decisions» .
País: México