El cambio climático se ha convertido en un problema también para las compañías de seguros. En un reporte sobre riesgos financieros, Moody’s advirtió en 2015 que la alta exposición de México a desastres naturales (huracanes, inundaciones y terremotos) indica vulnerabilidades en los perfiles crediticios de gobiernos estatales y locales del país, aseguradores de propiedades y contra accidentes, hoteles, constructoras, compañías mineras, RMBS y bancos.
“El cambio climático no es sólo un problema de las compañías de seguros, es un problema de todos. Un mundo con una temperatura dos grados más alta se puede asegurar, un mundo con cuatro grados más no se puede asegurar, porque cuando el agua es caliente los huracanes se despliegan más; dos grados más significan huracanes más grandes”, explica Xavier de Bellefon, CEO de Axa en México.
El directivo explica que incluso para las aseguradoras, los daños ocasionados por el huracán Odile resultaron mayores a lo previsto.
“Con Odile era la primera vez que pegaba un huracán en Baja California porque la punta de baja es siempre fría. El año pasado el agua estaba más caliente, destruyó mucho.”
Moody’s explica que la ubicación geográfica de México lo hace susceptible de pérdidas derivadas de eventos climatológicos en sus costas del Pacífico y del Golfo de México. Entre 1971 y 2014, los daños económicos vinculados a desastres naturales en el país representaron aproximadamente 900 millones de dólares (mdd), equivalentes a 0.1% del PIB de 2014.
El huracán Patricia, que empezó como un huracán de categoría 5 pero se debilitó sustancialmente al tocar tierra el 23 de octubre, es el ejemplo más reciente. Aunque sus efectos fueron mucho menores a los esperados, la tormenta causó daños en Jalisco, Nayarit y Colima, y generó presiones de liquidez en esos estados.
“Aseguradores de propiedades y contra accidentes tendrán ganancias reducidas tras desastres naturales. Firmas con concentraciones regionales significativas en los sectores de propiedad comercial y personal serán las más expuestas, ya que tienen que cubrir daños en hoteles, edificios públicos, entre otros”, señala la calificadora de riesgo.
Xavier de Bellefon indica que en la última reunión COP 21, en París, el cambio climático fue uno de los temas centrales.
“Los gobiernos se están empezando a comprometer, la IP se está empezando a comprometer. En el caso de Axa, 80% de la operación de la empresa está en edificios verdes, el 70% de la electricidad viene de proyectos eólicos, son decisiones que hemos tomado.”
La estrategia de Axa implica también un modelo de cambio global, pues las inversiones de los activos administrados dejaron de lado lo que tuviera que ver con la industria del carbón. Esos recursos, explica De Bellefon, se reinvierten en proyectos verdes que faciliten acceso a otros productos.
“En el país es un reto doble. México está muy afectado. Hay acceso por los dos océanos. Las temporadas de huracanes se vuelven muy difíciles, pero no creo que sea un tema crítico en seguros en los próximos dos o tres años, porque el impacto se mutualiza a nivel mundial. Por otro lado, en México sólo 5% de las casas están aseguradas y sólo 10% de los negocios pequeños están asegurados.”
De Bellefon indica que el gobierno está fuertemente expuesto a pérdidas por desastres naturales, pues no hay un mecanismo público de protección. En el caso del huracán Patricia, el meteoro se debilitó. Tocó tierra en la zona donde, salvo algunas excepciones, no había grandes industrias, no había mucha gente; de ahí que el sector asegurador reportara pocos siniestros, pues aunque se destruyeron bastantes casas, pocas estaban aseguradas.
“Para nosotros, como sector, fue muy barato, pero las personas afectadas sí tuvieron que reconstruir sus casas, sus negocios. A largo plazo estamos muy preocupados porque, efectivamente, si supera el incremento del calor nadie podrá pagar por esto. Más de cuatro grados implicará que nadie podrá pagar por lo que va a pasar.”
Fuente: Forbes