Los líderes del G7 se reunieron del 13 al 15 de junio en Fasano, Italia para discutir sobre los principales temas que deben abordar para lograr cumplir con las metas establecidas para 2030 y el Acuerdo de París. Sin embargo, los observadores indican que en el encuentro no hubo avances sobre el clima, ni propuestas para mejorar la situación actual de las crisis ambiental o avanzar hacia los objetivos.
Pese a las importantes discusiones que se esperaban durante esta reunión, debido a que muchas de las naciones implicadas están en época de campañas políticas, los líderes mostraron pocas propuestas y se limitaron a refrendar los objetivos pactados en ocasiones anteriores. No obstante, el documento del evento muestra peculiar énfasis en Rusia y China. ¡Te decimos qué es lo que el G7 discutió sobre estas naciones y por qué no llegaron a acuerdos!
G7 no presentó avances sobre el clima
La 50° cumbre del G7 se llevó a cabo en Fasano, Italia para discutir los temas más relevantes del contexto mundial actual, entre ellos los relativos al logro de los objetivos climáticos.
En el informe de la reunión constata que los líderes de las naciones que conforman el bloque refrendaron los compromisos establecidos en reuniones pasadas, entre los que se encuentran los acuerdos de la COP28, como mejorar la eficiencia energética para 2030 o el abandono justo, ordenado y equitativo de los combustibles fósiles de manera acelerada en esta década.
También se habló sobre la crisis climática, de biodiversidad y la contaminación, sin que se propusieran alguna solución, pues los miembros del G7 reiteraron su apoyo al tratado de biodiversidad que la ONU propuso en 2022 y dieron cuenta de los esfuerzos por constituir el primer Tratado sobre la contaminación plástica.
La cumbre recordó que estas naciones tienen el propósito de descarbonizar el sector energético para 2035 y erradicar los subsidios «ineficientes» a los combustibles fósiles para 2025, aunque no proporcionarán información sobre los avances en este ámbito sino hasta 2025.
Una cumbre decepcionante
Lamentablemente la 50° cumbre no logró avances significativos sino que fue más un recuento de compromisos ya contraídos por estas naciones. Algunos grupos de economía verde han expresado su descontento debido a que los líderes no mostraron interés en abordar la cuestión del cambio climático pese a su urgencia, como es el caso de Champa Patel, director ejecutivo de gobiernos y políticas del Climate Group:
“El G7 tuvo la oportunidad de dar ejemplo al resto del mundo al mostrar una mayor ambición, pero decidió no hacerlo… Necesitábamos ver ambición en los combustibles fósiles, en las energías renovables, en la eficiencia energética, en la lucha contra las emisiones de los sectores pesados. industria. Esto es decepcionante”
Además, Patel expresó que la propuesta del G7 de eliminar los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles para 2025 no es un gran compromiso, porque los subsidios eficientes a dichos combustibles no existen.
Por su parte, Andrew Prag, director general de políticas de We Mean Business Coalition, declaró que el desempeño del G7 resulta “frustrante”, pues a pesar del contexto electoral de varias de las naciones miembros del grupo, sus representantes decidieron no mostrar iniciativas para solucionar los problemas que aquejan al mundo, sino que prefirieron la comodidad de los acuerdos ya establecidos. Prag agrega:
“…el hecho es que un liderazgo decisivo en materia de acción climática y transición hacia los combustibles fósiles es una ruta para hacer que las economías sean más seguras energéticamente, más competitivas y creen nuevas fuentes de crecimiento y empleos. Esta es una oportunidad perdida incluso en un momento de incertidumbre política”.
Un tema frecuente: Rusia y China
Si bien la 50° cumbre del G7 no trató con la seriedad que se merece la crisis climática y ambiental, un tema que sí fue central en la reunión fue el destino que los líderes de estas naciones buscan para Rusia y China.
El Informe de la cumbre hace alusión a Rusia 61 veces, entre las cuales se destaca el compromiso de los líderes mundiales de mantener y fortalecer las sanciones económicas existentes contra Rusia. Además se comprometieron a liberar 50.000 millones de dólares para Ucrania, provenientes de intereses generados por activos rusos congelados.
Por su parte, China se menciona 30 veces en el comunicado, en el cual, se le insta a intensificar sus esfuerzos hacia relaciones constructivas y estables, así como a enfocarse en áreas de interés común, como la crisis climática, la biodiversidad y la contaminación.
Aunque durante la cumbre los líderes del G7 han consolidado su compromiso con acuerdos globales ya pactados, es un hecho que la falta de avances sobre el clima y nuevas propuestas entorno a la crisis ambiental fue desmotivadora, sobre todo en época de campañas políticas, ya que los líderes no optaron por levantar la lucha contra la crisis climática como una de sus banderas o iniciativa de cambio.
Resulta lamentable que en esta cita entre los representantes del G7 no se hayan propuesto plazos más ambiciosos para la eliminación de subsidios a los combustibles fósiles y medidas para acelerar la transición energética. Ahora, el desafío será convertir las declaraciones en acciones concretas y acelerar el progreso hacia una economía global más sostenible y segura energéticamente, antes de la próxima cumbre climática en Bakú.
