El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), José Ángel Gurría Treviño, consideró que para lograr un crecimiento más sólido e inclusivo es necesario promover la productividad por medio de reformas y proseguir la lucha contra la corrupción, por ejemplo reforzando los mecanismos de protección a los denunciantes, contribuyendo al aumento de la inversión y la eficiencia del sector público.
Al presentar el documento Economic Outlook realizado por este organismo, subrayó que en México las tensiones comerciales y la incertidumbre política han deteriorado la confianza empresarial y causando un repliegue de la inversión.
Hizo un llamado para seguir con espacios de diálogo, pues “generan acuerdos y los entendimientos generan normas. Esas normas se traducen en regulación y esto fortalece el tema de estabilidad”, aseguró.
Expuso que de cerrar la brecha de género (hombre-mujer) podría registrarse un aumento de 1 mil 100 dólares el producto interno bruto per cápita, añadió que las mujeres mexicanas llevan tres cuartas partes de trabajo no remunerado en el país.
Gurría Treviño, alertó que en México se debe cerrar la brecha de género, “no sólo por por razones éticas y de justicia; también por las económicas”.
Añadió que, si bien México ha avanzado en temas de reducir la brecha salarial, aún enfrenta retos para hacer que las mujeres accedan en el mercado laboral.
Este organismo indicó que el crecimiento económico nacional repuntará gradualmente, ya que las remesas, el aumento del salario mínimo y el descenso de la inflación impulsaron el consumo. La inversión ha sido escasa, pero se espera que se incremente poco a poco con el descenso de las tasas de interés.
Informó lo anterior al exponer perspectivas económicas de México a integrantes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), a quienes les dijo que “el gran problema que tenemos hoy y que está generando la baja en la actividad económica, es la incertidumbre, provocando la caída de las inversiones privadas”.
Por ello, se debe fortalecer las políticas internas y mantener la disciplina fiscal, la estabilidad política financiera para así seguir atrayendo el ahorro externo, que es esencial para el crecimiento y atraer a las inversiones para el desarrollo nacional, dijo.
Ejemplificó que los jóvenes son un sector poblacional que ha sido muy afectado en su inclusión en la economía moderna y, el bono poblacional de México es desaprovechado y existe “mucha frustración de los jóvenes, actitud que se refleja en las protestas sociales que se presentan en Latinoamérica”.
Lamentó que “México, es uno de los países más desiguales del mundo y esto es parte de la incertidumbre económica reinante”.
Hizo mención de que México ha ido perdiendo lugares en el listado de la OCDE en materia de productividad, debido a que los jóvenes y los no tan jóvenes, no están capacitados en manejo de nuevas tecnologías.
México es el último lugar en competencias entre los países integrantes de la OCDE, además de que no ha mostrado avances al mantener sus bajos niveles de aprendizaje.
“La OCDE estima que un 50% de la fuerza laboral mexicana no está capacitado para atender procesos laborales tecnificados y de alta especialidad”, enfatizó.
Existen 30.7 millones de jóvenes mexicanos (18 a 29 años), equivalentes a 24.6% de la población total del México, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID), la tasa de desempleo a nivel nacional que padecen es del 7.0%, el doble del promedio de la Población Económicamente Activa (PEA).
El directivo de la OCDE dijo que menos de la mitad de las mujeres mexicanas en edad de trabajar participan en el mercado laboral, lo que convierte al país en el segundo con la menor tasa de participación femenina en trabajos remunerados. La tasa de participación de mujeres en el mercado laboral es además muy inferior a la masculina, la cual es de 82%.
Subrayó que en México el salario de las mujeres es 23% menor que el de los hombres, y en las empresas todavía hay discriminación por parte de los contratantes.
