Para contar con ciudades modernas que consuman energía proveniente de fuentes renovables y utilicen sistemas automatizados para un control y mejor aprovechamiento de la energía, no será necesario construir nuevas metrópolis, las que existen tendrán que ser adaptadas.
Yannick Julliard, gerente de negocio Smart Grid (Redes Inteligentes) en América de Siemens, comentó que en la actualidad se construyen nuevas ciudades o nuevas áreas con redes inteligentes, pero «no podemos darnos el lujo de construir todo nuevo» porque la mayoría de las comunidades tienen una historia y sus activos sólo tendrán que ser adaptados.
En Europa y Estados Unidos las ciudades están modificando y modernizando sus sistemas de generación, distribución y consumo de energía, que les permitan contar con plantas de autoconsumo de energía renovable, sistemas de abasto de energía para vehículos automotores eléctricos y equipos de control y automatización de electricidad que eviten desperdicios. En América Latina algunos países como México están incursionando en esa tecnología.
Siemens, la empresa alemana, ofrece todas esas opciones para cambiar los procesos tecnológicos hacia fuentes sustentables de energía y mejorar la utilización de energía eléctrica.
Las redes inteligentes o smart grid utilizan tecnologías de comunicación para unir redes de transmisión, fuentes de energía y sistemas de control, lo cual reduce la necesidad de crear plantas de energía adicionales, permite que la energía renovable sustituya a las centrales eléctricas basadas en combustibles fósiles -que contribuyen a las emisiones de contaminantes y cuyo precio está sujeto a volatilidad- y hace que las redes sean más resistente frente a apagones y caídas de tensión.
Por lo tanto, las redes inteligentes son sistemas autónomos de eficiencia energética que permiten enlazar las instalaciones consumidoras de energía con sistemas de generación de la misma.
En entrevista con EL FINANCIERO, el ejecutivo, que viajó a México para evaluar prospectos de redes inteligentes, indicó que la adopción de las smart grid en las regiones responde a objetivos distintos: en Europa, por ejemplo, los cambios en las redes públicas y el desarrollo de energías renovables provenientes de fuentes como el viento, el agua y el sol, principalmente, han atendido a la necesidad de reducir las emisiones de dióxido de carbono que emiten las fuentes convencionales de energía -como combustóleo y carbón.
En Estados Unidos el uso de las redes inteligentes responde más a la necesidad de estabilizar las líneas porque hay grandes distancias entre las plantas de generación de energía y los sitios de consumo, lo cual eleva las posibilidades de pérdidas de energía y desbalances en la calidad de la misma.
Señaló en ese sentido que el mercado de las smart grid empieza a madurar en algunos países desarrollados, lo que significa que tiene un amplio potencial en América Latina, donde los sistemas eléctricos requieren ser modernizados.
Destacó que entre los países que ya iniciaron los primeros proyectos de smart grid destacan México, Brasil, Argentina y Colombia. «Creo que el mercado en América Latina se va a desarrollar fuertemente porque tienen planes y empuje para moverse hacia las redes inteligentes».
Proyecto de CFE
En México, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) desarrollará un proyecto piloto de redes inteligentes de energía que será instalado en la ciudad de México.
Las redes permitirán la lectura a distancia de los medidores en zonas de difícil acceso, el monitoreo del uso de energía, la conexión/desconexión a distancia, la gestión de la carga y convergencia de la automatización de la distribución de energía.
En una primera etapa la CFE instalará medidores inteligentes en la zona de Polanco, lo que redundará en mejoras del sistema, mayor productividad, menos cortes eléctricos, lecturas más exactas, rendimientos operativos mejorados relacionados con menos visitas del servicio técnico y llamadas a los servicios y la reducción de pérdidas que no sean técnicas.
En México habrá redes inteligentes en el futuro porque las tecnologías enfocadas a la automatización de las redes o las dirigidas a mejorar el consumo en todo tipo de inmuebles permiten ganar hasta 30 por ciento de eficiencia, destacó el entrevistado al insistir en que la región de América representa un enorme potencial para el mercado de las smart grid.
De los elevados montos de inversión que se requieren, el ejecutivo consideró que «no son sistemas caros», pero el desafío de las smart grid es no mirar solamente una parte de esas tecnologías: medidores inteligentes, equipos para automatización de energía o la integración de plantas de energía renovable.
Las smart grid se deben mirar como una sinergia de todos los sistemas para no realizar dobles inversiones y utilizar al máximo esa integración de las tecnologías, apuntó.
Fuente: El Financiero, Negocios, p 28.
Por: Esther Arzate.
Publicada: 23 de mayo de 2011.