Por: Antonio Tamayo Neyra
En México, al igual que sucede en otros países, se ha desarrollado una cultura en la sociedad en la que se culpa al gobierno de muchas que suceden, pero al mismo tiempo esa misma sociedad se desentiende, pensando que no son de su responsabilidad.
De alguna manera esa cultura de deslindarse de lo que sucede en el ámbito social, se ha arraigado fuertemente en gran parte de la población, considerándose algo normal el culpar al gobierno de todas las vicisitudes y de especial manera en temas como la violencia.
No es mi interés defender al gobierno ni nada por el estilo, estoy cierto que en una parte importante de situaciones que se viven de manera cotidiana, el gobierno es el encargado y por consiguiente responsable de sus consecuencias; sin embargo, la sociedad también tiene un rol que cumplir en la vida social y económica, ya sea de una ciudad, una entidad y de un país en términos generales.
Concretamente me refiero a que la sociedad tiene también una responsabilidad social al igual que la tiene el gobierno. Y más aún, ese mismo gobierno nace y surge de esa misma sociedad, no se crea de forma espontánea y autista, su función y razón de ser es por y para la sociedad, y por lo tanto es responsable socialmente de actuar de forma adecuada según las leyes establecidas.
Y creo que este mismo argumento puede usarse al hablar de la sociedad, que no puede desatenderse como antes se mencionó de los aconteceres que se presentan en el seno de ella. Viendo esto de lo general a lo particular, es responsable inicialmente del propio gobierno que tiene y por lo tanto no debe, aunque lo haga de forma continua, desatenderse de lo que hagan los gobernantes.
Al seguir con la misma línea de pensamiento, la sociedad llevada al aspecto familiar, es responsable del comportamiento de sus miembros tanto dentro como fuera de casa, de su relación con sus vecinos, de la manera como se conducen sus miembros al estar dentro de un autobús o camión, en el metro, de la forma como se comporta al ir manejando un automóvil.
En todas estas situaciones mencionadas se está conviviendo con personas, y por este sencillo hecho se tiene de suyo una responsabilidad social; es decir, se es responsable en la manera de cómo se convive con el resto de los seres humanos.
Esto puede ser visto desde aspectos tan sencillos o coloquiales como el dar “los buenos días” al llegar a ver a una persona, dar “gracias” al recibir un servicio, hasta casos de ayudar en caso de una necesidad inesperada de alguien que se encuentra próxima.
En suma, se tiene una responsabilidad social para lograr una convivencia sana que genere confianza entre las personas, y no simplemente culpar a otros de lo que sucede.
Visto todo esto a nivel de la sociedad y en su relación con el gobierno, ambas entidades tienen una responsabilidad que en muchos casos es compartida. Un ejemplo creo que puede ayudar a explicar mejor esta idea. La violencia no se termina con la presencia de más policías que sería la función del gobierno, sino también que hacen las familias y la sociedad en general para que no se generen más delincuentes. Estoy claro que no es un problema fácil de solucionar, pero considero que es una actuación y responsabilidad social compartida.
Si bien es cierto que dicha violencia nunca se terminará si puede reducirse. Hay evidencias de algunas sociedades que tienen conciencia clara de su responsabilidad y actúan en consecuencia en beneficio de todos, sociedad y gobierno.
Seguiremos platicando…
Antonio Rey Tamayo Neyra
Dedicado al periodismo de investigación desde 1987 especializado en temas socioeconómicos. Desde 1991 colabora en el periódico El Financiero como Coordinador Editorial y Redactor de Proyectos Especiales, además de colaborar en otros medios. Desde el 2002 involucrado en la Responsabilidad Social, escribiendo y realizando proyectos editoriales de este tema, y además documentando las actividades de las empresas (tipo caso)
También es profesor de posgrado e imparte capacitación en relacionales laborales.
Licenciado en Administración por el Instituto Tecnológico Autónomo de México; su preparación profesional posterior incluye un Diplomado en Responsabilidad Social en el Tecnológico de Monterrey, y un Curso del mismo tema en la Universidad Abierta de Cataluña. Actualmente estudia la Maestría en Sociedad de la Información y el Conocimiento en la Universidad Abierta de Cataluña.