Por: Antonio Tamayo Neyra
¡Un FELIZ 2011!
Sin duda uno de los fenómenos sociales más importantes que se presentaron en esta primera década del siglo XXI, es el de Facebook, y las otras tantas redes sociales que se han desarrollado y cubren prácticamente todo el mundo.
Ya sea para cuestiones prácticamente cotidianas como la mencionada Facebook o de tipo profesional como LinkedIN, lo cierto es que los grandes avances en las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), han puesto en clara evidencia la necesidad del ser humano de comunicarse tanto con su círculo social más cercano, como con personas que puede estar en el otro lado del mundo, pero que ambos tienen en común esta peculiar característica humana de buscar estar en contacto entre sí.
Esto que pudiera ya ser obvio para muchos, no deja de llamar la atención no sólo por el número de miembros existentes en dichas redes, sino además porque sigue creciendo, y sigue también aumentando la cantidad y variedad de utilidades que se le pueden dar a las redes ya conformadas.
Lo cierto es que también se puede afirmar sin ninguna duda que ahora el mundo está ya integrado en una interconexión total, sin considerar fronteras o divisiones políticas, de raza o religiosas, ni tampoco aspectos comerciales o económicos.
La globalización, de la que mucho se hablado desde hace poco más de veinte años, siempre se ha visto únicamente como la gran interconexión comercial, pero tal vez la verdadera globalización sea esta enorme red social, en donde no pone por delante los aspectos comerciales, sino más bien al propio ser humano como tal.
Y esta gran socialización que no tiene precedentes en la historia en cuanto su dimensión y alcance, ha provocado además del acercamiento virtual, un acercamiento real para entender y comprender a otro ser humano donde quiera que se encuentre.
La gran crisis económica que empezara en el 2008, el terremoto de Haití del pasado enero del 2010, el rescate de los mineros en Chile entre agosto y octubre también del 2010; han servido como ejemplo para percatarse de la unión, interés y compasión que existe entre la gran familia humana.
Sin importar los intereses políticos o comerciales, dichos eventos provocaron la manifestación plena de la solidaridad humana, que se hizo evidente por medio de la utilización de dichas redes sociales para buscar ayudas y apoyos de todo tipo, al margen o en apoyo de los gobiernos.
Dicha manifestación de solidaridad y compasión, son el resultado de la Responsabilidad Social inherente en la persona humana, que se ve claramente también en el crecimiento de las redes sociales, en donde esta Responsabilidad implica un interés por conocer y unirse con muchos otros; así, aunque parezca ser de manera inconsciente, se busca el acercamiento y el compartir experiencias, y finalmente la mejora de todos los involucrados.
Aun con las diferencias que buscan siempre imponerse como las económicas o los fanatismos religiosos, lo cierto es que gracias al internet y las TIC, el mundo futuro puede ser de una sola humanidad, unida, y que tiene una elevada Responsabilidad Social.
Seguiremos platicando …
Blog: http://atamayon.blogspot.com/
Antonio Rey Tamayo Neyra
Dedicado al periodismo de investigación desde 1987 especializado en temas socioeconómicos. Desde 1991 colabora en el periódico El Financiero como Coordinador Editorial y Redactor de Proyectos Especiales, además de colaborar en otros medios. Desde el 2002 involucrado en la Responsabilidad Social, escribiendo y realizando proyectos editoriales de este tema, y además documentando las actividades de las empresas (tipo caso)
También es profesor de posgrado e imparte capacitación en relacionales laborales.
Licenciado en Administración por el Instituto Tecnológico Autónomo de México; su preparación profesional posterior incluye un Diplomado en Responsabilidad Social en el Tecnológico de Monterrey, y un Curso del mismo tema en la Universidad Abierta de Cataluña. Actualmente estudia la Maestría en Sociedad de la Información y el Conocimiento en la Universidad Abierta de Cataluña.