El cambio climático es una amenaza medioambiental que ciudadanos, empresas y gobiernos están buscando revertir; se trata de una problemática urgente de abordar.
No obstante, con la ayuda de distintas iniciativas e implementaciones, todavía hay fe en lograrlo.
En los próximos meses se cumplirá un año desde que se dio a conocer el reporte de Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) de la ONU, el cual describió la fuerza y el impacto del calentamiento global.
El reporte generó tal controversia que el diario británico The Guardian, publicó un encabezado llamado: “Tenemos 12 años para poner un límite a la catástrofe del cambio climático”.
Expertos han mencionado que los datos duros de la publicidad lanzada en los reportes de cambio climático, son divulgados sin reconocer exactamente los detalles de la situación.
El acuerdo debe estar centrado en disminuir la temperatura preindustrial a fin de prevenir consecuencias desastrosas.
En el Acuerdo de París, 195 países se comprometieron a eliminar las emisiones de gases invernadero hacia 2030 como una medida para mantener el calentamiento a un “nivel aceptable” de menos de 2°C, y para “realizar esfuerzos” que limiten el aumento de la temperatura a 1.5°C.
La Dra. Debra Roberts, co-autora del reporte del IPCC publicado en 2018; el Dr. Nicola Beaumont, científico del Laboratorio Marino de Plymouth; y Katharine Reich, directora asociada del Centro de Ciencias Climáticas de UCLA, hablan en entrevista para Vogue, sobre los hechos detrás de cuatro de los titulares más preocupantes:
“El planeta solo tiene hasta 2030 para cortar de raíz el catastrófico cambio climático”.
CNN publicó un artículo en octubre de 2018 donde reportó: “los gobiernos alrededor del mundo deben realizar ‘cambios rápidos de gran alcance y sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad’ para evitar niveles desastrosos de calentamiento global”.
Un reporte publicado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) en 2018, halló que las emisiones tienen que disminuir un 45% para 2030 (en comparación con los niveles de 2010) para limitar el calentamiento a 1.5°C. Incluso si esta meta es alcanzada, el impacto causado por el calentamiento global puede ser “a largo plazo e irreversible”, de la misma manera que lo sería la pérdida de los ecosistemas y de la capa de hielo en Groenlandia.
Sin embargo, cifras recientes sugieren que la mayoría de los países que firmaron el Acuerdo de París no están trabajando para alcanzar sus metas individuales en 2030.
Si la actual tasa de calentamiento se mantiene, habrá un incremento de inundaciones, olas de calor, sequías e incendios en 2040.
“Un importante reporte climático describe un fuerte riesgo de crisis tan cercana como 2040”.
The New York Times publicó este reporte en 2018, en el “describe un mundo de escasez de alimentos e incendios cada vez peores, y la muerte masiva de arrecifes de coral hacia el año 2040, un período que abarca la vida de una gran parte de la población global”.
Este reporte dice que las temperaturas promedio aumentarán 1.5°C por sobre los niveles pre-industriales hacia 2040, si la actual tasa de calentamiento se mantiene, según el reporte del IPCC, lo cual llevará a “un incremento en la frecuencia de acontecimientos extremos”, explica Roberts.
Ella hace énfasis en que 2040 no es una fecha “límite”, explicando que algunas islas pequeñas serán impactadas con mayor fuerza debido a este aumento proyectado de la temperatura.
“Una nueva alerta dice que podríamos quedarnos sin peces en 2048”.
The Huffington Post dice que “si se continúa pescando en el mundo al ritmo actual, no habrá más peces para comer en 2048”, basándose en una advertencia del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
En un estudio se habla de la diversidad marina donde se halló que el suministro de pescado en el mundo se agotará en 2048, si la explotación pesquera continúa al mismo nivel.
Ante ello, la ONU ha establecido objetivos clave para preservar nuestros océanos, como parte de sus metas de desarrollo sostenible.
Entre ellos se incluyen conservar por lo menos un 10% de las áreas costeras y marinas hacia 2020, y reducir significativamente la contaminación marina hacia 2025. Beaumont dice que los individuos también tienen un papel que jugar, evitando el uso de plásticos de un solo uso y asegurándose de que su consumo de productos marinos sea sostenible.