Acabo de volver de Seafood Summit de Seafood Choices Alliance en París, donde se reunieron más de 600 empresas y líderes de organizaciones no gubernamentales preocupados por el futuro de los alimentos provenientes del mar.
Se trata de un grupo muy diverso, en el que se incluyen biólogos marinos, ecologistas, abogados conservacionistas y líderes de negocios, quienes se ganan la vida pescando, produciendo, comprando y vendiendo alimentos marinos.
He regresado muy impresionada por el progreso que está haciendo este grupo de gran alcance, así como el impulso con el que está construyendo un futuro con océanos saludables y abundantes en comida marina. En cada turno, encontré personas que trabajan para lograr una solución a desafíos muy complejos. Existen conflictos y desacuerdos en muchas áreas. Sin embargo, todos coinciden en algo: nuestros océanos están cambiando. La pesca de alimentos marinos salvajes está en declive y los ecosistemas se encuentran en peligro por la pesca excesiva, la contaminación y el cambio climático global. Al contemplar el futuro de los alimentos del mar, nos damos cuenta de que seguir con los hábitos normales no es la respuesta.
El programa Seafood Watch del Monterey Bay Aquarium forma parte de la solución. Hemos respaldado nuestro trabajo con una década de ciencia sólida, hemos distribuido 32 millones de guías de bolsillo para el consumidor y una popular aplicación para iPhone, también nos hemos asociado con grandes compradores de alimentos marinos, desde dos de las empresas de servicios alimenticios más grandes en América del Norte hasta importantes minoristas como Target. Junto con nuestros colegas, estamos ayudando a cada vez más negocios a lograr e implementar compromisos reales con la sustentabilidad.
Lograr compromisos se vuelve más difícil conforme aprendemos más sobre el impacto de la cosecha de alimentos marinos y la producción en un océano en constante cambio. ¿Qué significa “sustentable”? ¿Significa simplemente administrar la industria marina para poder seguir pescando? ¿O se refiere a la huella de carbono que dejamos, a la salud general de nuestro ecosistema o al impacto sobre trabajadores y comunidades de países en vías de desarrollo que se basan en un gran aumento de la pesca y acuacultura?
La necesidad de crear una empresa de acuacultura global más sustentable es cada vez más urgente. Casi la mitad de los alimentos marinos en la actualidad provienen de fuentes de cultivo, pero esto no carece de impactos negativos. La acuacultura puede suponer una gran contribución a la seguridad de los alimentos en todo el mundo y a la economía de naciones en vías de desarrollo, si se realiza de forma correcta.
En la tierra, la Revolución Verde proporcionó increíbles beneficios a la humanidad, pero a un alto precio. Tenemos la oportunidad, y la obligación, de guiar la llegada de la “Revolución Azul” con el fin de no repetir los errores del pasado.
Otro punto importante en el que coincidían las empresas y los líderes del medio ambiente en Seafood Summit es la urgente necesidad de reformar las políticas del gobierno que regulan la industria de la pesca. Necesitamos normativas mejores para proteger a los peces, los ecosistemas y el trabajo de las personas que se ganan la vida del mar. También es necesario crear más áreas marinas protegidas donde los ecosistemas oceánicos puedan prosperar con un impacto del hombre mínimo.
En general, quedé impresionada por el nivel de sofisticación del diálogo sobre el futuro de los alimentos marinos. También me recordaron que al final, se trata de la acción individual y de lograr que las personas se interesen. Como directora ejecutiva del Monterey Bay Aquarium, solía pensar que la parte más desafiante de estar al frente de un acuario era lo que ocurría al otro lado del cristal: la manutención de los animales, la creación de un bosque de kelp, traer atunes a un entorno de exposición.
Sin embargo, me he dado cuenta de que la especie más difícil de manejar no son los peces, sino nosotros, los seres humanos. ¿Cómo conseguimos que las personas se preocupen por el océano y motivarlas para que hagan algo por su futuro?
Nuestros océanos están en crisis y es vital que demos la vuelta a la situación, por el bien de la vida marina, obviamente, pero también porque la salud del océano es esencial para el futuro de todo el planeta, incluido el nuestro.
Pocas personas tienen en mente el futuro de los océanos. Por esto es tan importante conseguir la ayuda de personas de todo tipo: consumidores y empresarios, legisladores y científicos, activistas y artistas.
Y parte de esto lo lograrán las personas que conocí en París. Pero la responsabilidad recae también en todos nosotros. El autor Michael Pollan lo expresó perfectamente en su reciente aparición en el programa de Oprah: “Podemos votar con lo que comemos y obtendremos tres votos al día”.
Al elegir alimentos marinos sustentables y alimentos sustentables y orgánicos de la tierra, estamos ayudando a crear un mercado para alimentos que son saludables tanto para el entorno como para nosotros.
Estas decisiones individuales, pequeñas y sencillas como son, pueden ser nuestro legado para la siguiente generación: para los miles de niños que veo todos los años en el acuario, nuestros propios hijos y nietos, así como las futuras comunidades en todo el mundo que luchan por construir un futuro para sus hijos. Tenemos una verdadera oportunidad en este momento para crear un futuro de supervivencia y abundancia para toda la vida.
¿Por qué pasar por alto esta oportunidad?