80 por ciento de la población de América Latina y el Caribe habita en ciudades, (468 millones) lo que acentúa la desigualdad
América Latina y el Caribe necesitan prepararse para una nueva transición urbana después de décadas de crecimiento acelerado de las ciudades y demandas sociales insatisfechas, según un informe presentado hoy del Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat).
«La transición urbana en la región se ha caracterizado por su velocidad. Si bien ha supuesto mayores oportunidades de trabajo y mejores condiciones de vida para amplios sectores de población, ha tenido un alto costo social, económico y ambiental», señala el programa de ONU en el reporte «Estado de las Ciudades de América Latina y el Caribe».
El informe, que se presentó este martes en Río de Janeiro, indica que América Latina y el Caribe son las regiones más urbanizadas del mundo, con 80 por ciento de sus habitantes (468 millones) residiendo en ciudades, donde prevalecen las desigualdades.
«Para avanzar hacia un modelo de ciudades más sostenibles, más compactas, que doten a zonas urbanas de mayor movilidad y eficacia energética, es preciso reafirmar el interés colectivo en la planificación urbanística, trabajar en políticas de cohesión social y territorial, así como en políticas nacionales urbanas», indicó ONU-Hábitat.
El documento reúne por primera vez estadísticas e informaciones completas sobre el proceso de urbanización y los diferentes aspectos que determinan la calidad de vida en las áreas urbanas de la región, según ONU-Hábitat.
Agrega que en 2050 el 89 por ciento de la población de la región vivirá en ciudades, mientras que los 111 millones de personas que hoy habita en barriadas aumentarán.
«El mayor problema señalado por el estudio es que las ciudades no están combatiendo las desigualdades. Algunas de las ciudades latinoamericanas tienen los mayores índices de desigualdad del planeta», dijo en la presentación del informe, el oficial principal de Asentamientos Humanos de ONU-Hábitat, Erik Vittrup.
Agregó que «sin un cambio de tendencia profundo, la escasez de vivienda seguirá siendo uno de los mayores desafíos para la región en los próximos años».
El organismo apuntó que en los últimos 20 años, el déficit de viviendas en América Latina pasó de los 38 millones en 1990 a unos 42.5 millones en 2011.
Por el contrario, la reducción de la pobreza (del 41 por ciento en 1990 al 26 por ciento en 2010) hizo que el porcentaje de personas de la región que habita en barriadas o favelas cayera del 33 al 24 por ciento entre las dos décadas.
No obstante, la ONU-Hábitat detectó un aumento del número de personas viviendo en esas zonas pobres pasó de los 106 millones en 1990 a los 111 millones en 2010.
«Pese a la disminución de las tasas de pobreza en la región, una de cada cuatro personas en áreas urbanas es pobre y los índices de desigualdad de la región se sitúan entre los más altos del mundo», asegura el informe.
El organismo de la ONU criticó la falta de planificación en las urbes de la región, lo que ha provocado que las ciudades sean poco sostenibles y «privilegien el automóvil en detrimento del transporte en común y mantienen o refuerzan la segregación social y espacial».
Vittrup aseguró que el nuevo modelo de ciudad latinoamericana debe buscar un aumento de la densidad, construyendo más edificios de pisos y no buscar nuevas tierras en los suburbios para construir casas de una planta, algo que acabaría con problemas ambientales y la especulación inmobiliaria.
«No necesitamos de más tierras para crecer. Una ciudad puede crecer hacia arriba o aprovechando áreas degradadas. Si Ciudad de México aumentase el promedio de sus viviendas de dos a cuatro plantas podría duplicar el número de habitantes en la región sin necesidad de expandirse horizontalmente», ejemplificó.
Fuente: reforma.com
Publicada: 21 de Agosto de 2012