Seguramente a todos los padres del mundo les gustaría que sus hijos respetaran siempre a otras personas, cumplieran con todas sus tareas, colaboraran con las labores domésticas y evitaran arrojar al suelo las envolturas de sus caramelos. Si tu pequeño cumple con todo ello es muy probable que te sientas orgulloso de su comportamiento. Desafortunadamente, debo darte una mala noticia: esto no lo convierte en el niño más responsable del mundo, aunque su mamá diga lo contrario.
Existe una buena razón para afirmarlo, y es que las nuevas tecnologías han facilitando enormemente el acceso a una gran cantidad de información, impactando no sólo la forma en que los adultos comprenden su entorno, sino también la forma en que lo perciben a los más pequeños del hogar. Ellos forman parte de una generación mucho más consiente del mundo los rodea, aun cuando no tengan contacto directo con muchos de los problemas que persisten dentro de él.
Claro que esta es una maravillosa noticia, porque ¿acaso alguien pensó que sería posible preservar nuestro planeta, alcanzar la equidad de género, generar nuevos modelos de producción y consumo y buscar un mundo mejor sin ayuda de las nuevas generaciones?
Para involucrar a los más pequeños del hogar en la creación de un futuro sustentable es necesario reconocer el poder que tienen para promover mejores prácticas a nivel individual y colectivo y darnos cuenta de que en ocasiones ellos pueden ser incluso más responsables que los adultos.
Es por ello que en Expok nos hemos dado a la tarea de buscar a algunos pequeñines que bien podrían ser llamados héroes de la RSE. Comparte sus historias.
Khloe
Cada mañana, mientras los adultos corrían a comprar café antes de llegar a sus oficinas, ignorando por completo a las personas sin hogar con las que se cruzaron en el camino, la pequeña Khloe Thompson se dio a la tarea de mirar a su alrededor y notó que cada día en su camino a la escuela en California se encontraba con las mismas mujeres sin hogar, por lo que decidió que, con tan sólo ocho años de edad, ella sería capaz de hacer una diferencia.
Fue entonces cuando a esta pequeñita se le ocurrió la idea fabricar preciosas bolsas de tela para llenarlas con algunos de los productos que todos utilizamos de forma cotidiana y obsequiarlas a las mujeres que encontraba en su camino a la escuela. Así nació Khloe Kares.
Quiero obsequiarles una bolsa especial (en lugar de una de plástico) porque creo que ellas podrían necesitan una bolsa que puedan cargar siempre.”
Grace
Grace Rose Bauer tiene 12 años de edad, le gusta cantar, bailar y actuar y estudia el sexto grado escolar en Los Angeles, California. Como cualquier otra chica de su edad tiene múltiples sueños y aspiraciones, aunque ella ya ha comenzado a hacerlos realidad emprendiendo una lucha para generar conciencia sobre la fibrosis quística y recaudar fondos a favor de quienes, al igual que ella, enfrentan esta enfermedad.
Para lograrlo, Grace ha fusionado esta importante misión con su sueño de convertirse en diseñadora, por lo que ahora ha diseñado y comercializado su propia línea de ropa infantil Rosie G, cuyas ganancias son donadas a Cystic Fibrosis Foundation con el fin de buscar una cura definitiva.
Emily
Emily James es una niña de sólo 3 años que un día se dio cuenta de que tenía el cabello suficientemente largo y decidió donarlo por una buena causa. En un gesto tan solidario como inspirador sacó una cita con su estilista, el tío Matthew, quien cortó su cabello para luego enviarlo por correo con la emoción y dulzura propias de una niña de su edad. El objetivo: la fabricación de pelucas para los niños con cáncer.
Jasper
Jasper Rose vive en Massachusetts y a sus seis años de edad comparte con muchos niños del mundo el placer de divertirse y la emocionante expectativa de su siguiente cumpleaños. Seguramente en más de una ocasión imaginó cómo sería su pastel y que regalos le harían llegar sus amigos y familiares para conmemorar este día tan especial, pero a medida que se acercaba la fecha el pequeño fue cambiando de opinión.
Para conmemorar la llegada de su más reciente cumpleaños, Jasper solicitó a sus seres queridos que se abstuvieran de comprar ropa, juguetes y otras ocurrencias, a fin de hacerle llegar algo de dinero que pudiera utilizar para contribuir a rescatar a las tortugas marinas, con lo que logró reunir un total de 550 dólares que entregó al Acuario de Nueva Inglaterra en pasado Día de la Tierra.
Allison
Hablando de pequeños con ganas de rescatar animales, por qué no mencionar la historia de esta pequeña de 11 años de edad que, tras enterarse del fallecimiento de Jetro, un perro policía en su ciudad, decidió tomar literalmente cartas en el asunto.
Allison escribió una nota para unidad K-9 del Departamento de Policía de Canton lamentando la muerte del valiente pastor alemán, que murió enfrentando a un grupo de delincuentes durante un robo en la ciudad, y en ella agregó tanto dinero como pudo con el objetivo de ayudar a comprar chalecos antibalas para los perros.
El oficial Ryan Davis se sintió conmovido por su acción y declaró a ABC News que el departamento ya se encuentra en proceso de proteger a sus siete perros con chalecos antibalas.
Vanis
Vanis Buckholz tenía sólo siete años de edad cuando se inspiró en el Día de la Tierra para convertirse en todo un emprendedor responsable; mientras el tema era discutido en el salón de clases, este pequeño ya estaba haciendo un plan para recolectar y vender desechos reciclables.
Eso fue hace ya tres años y desde entonces, su empresa “My ReCycler” no ha detenido su éxito, por lo que Vanis ya emprendió también una plataforma filantrópica llamada Project Hope Alliance, dedicada a capacitar y emplear personas que se dedican a la recolección de basura, quienes reciben un 25% de las utilidades generadas por su labor.
Henry
Claro que todas estas acciones son posibles gracias al apoyo incondicional de padres muy valientes y capaces no sólo de fomentar comportamientos responsables, sino de responder a las demandas de sus imparables hijos; sin embargo también es un hecho que estos pequeños sienten un amor inigualable por su planeta y están muy preocupados por el futuro de sus comunidades.
Para probarlo basta mirar a Henry, un niño que en pocos minutos de video ha conseguido robar el corazón de millones de usuarios de las redes sociales y atraer la atención de múltiples medios de comunicación. El motivo: su enojo y preocupación por el daño que los seres humanos hacemos al planeta.
«Tiran basura al suelo, cortan los árboles, convierten los bosques en lugares, en carreteras…Tienen que pensar en lo que están haciendo y lo que le hacen a los animales», dice Henry y sus palabras seguramente conseguirán arrancarte una lágrima.