Hasta que comenzamos a ver los efectos que el cambio climático esta teniendo en nuestro planeta, y que las diferentes investigaciones arrojaban desenlaces apocalípticos, fue que decidimos comenzar a integrar nuevas rutinas y productos más sustentables.
Sin embargo, en la búsqueda por encontrar nuevos combustibles o fuentes de energía, se ha descubierto que no todos los descubrimientos eran favorables para el medio ambiente y específcamente para reducir el calentamiento global.
¿Son sustentables los biocombustibles?
El lado oscuro
Hace unos diez años el biocombustible era visto como la mejor opción para reemplazar el diesel y la gasolina, ya que además de ser bajo en carbono podía alimentar a todos los automóviles. Hoy, los involucrados en crear este tipo de combustible han compartido su preocupación acerca de que los biocombustibles de primera generación, elaborados a partir de residuos y cultivos alimenticios, están teniendo un impacto negativo a nivel social y ambiental.
Un estudio compartido por la Academia Real de Ingeniería señala que algunos de los biocombustibles fósiles, como el diesel elaborado con alimentos, han generado mayores emisiones que las que estaban destinadas a reemplazar. En su lugar, el informe comparte que se debería utilizar más residuos como el aceite usado de cocina o la madera.
La investigación también señala que para medir su impacto, analizaron más de 250 casos donde muestran el porcentaje de emisiones que genera producir este tipo de combustible elaborado con alimentos, señalando que fomenta la destrucción de bosques y turberas.
Además advierte que la promesa de biocombustibles, realmente limpios, elaborados a partir de algas, aceite de palma y soja, sigue siendo un reto lejano por cumplir, debido a que los más recientes intentos por producirlos han demostrado contaminar más que el propio diesel.
Por ejemplo: el bioetanol, que busca sustituir a la gasolina y se elabora a partir de maíz, trigo, caña y remolacha azucarera, no cumplió con la reducción del 50% de sus emisiones e incluso el bioetanol a base de trigo fue el peor ejecutante.
¿Y las buenas noticias?
Dentro del estudio comparten que el uso de residuos de granjas y aceite de cocina usados como principal ingrediente para producir gasolina, siempre reduce emisiones en comparación con los combustibles fósiles.
Crear biocombustible con tallos de desechos y mazorcas de maíz ha arrojado datos más favorables y podría tener casi cero emisiones en su producción y utilización.
No obstante, gran parte de los responsables de producir este combustible está optando por utilizar el aceite de palma o la soja en lugar de otros elementos que puedan ser menos agresivos con el medio ambiente.
La legislación encargada de gestionar las normas, Renewable Transport Fuel Obligations, señala que el biocombustible debería irse intercalando entre la gasolina y el diesel pero al paso de los años solo vemos cómo se ha incrementado el uso de la gasolina.
En general, nuestra evidencia es que el riesgo de los biocombustibles puede ser manejado y el gobierno debe confiar en aumentar el mandato para producir y utilizar estos, dijo Nilay Shah, profesor del Imperial College de Londres.
Otro miembro del equipo de dicha investigación, señala que el gobierno y las distintas industrias podrían aprovechar los terrenos de mala calidad para sembrar el césped miscanthus que puede ayudar a reducir las emisiones de los biocombustibles.
Más autos eléctricos y más biocombustible
Los autores también comparten que a pesar del rápido crecimiento de los vehículos eléctricos, es importante producir un biocombustible realmente eficaz y sustentable para disponibilidad de los aviones, buques, y vehículos pesados que recorren largas distancias.
Una de las ventajas es que los biocombustibles pueden hacerse casi con cualquier elemento. Un ejemplo de ello es el intento de British Airways por crear combustible a partir de la basura de Londres, o la marina estadounidense que comenzó a alimentar sus aviones con biocombustibles.
Entonces ¿Son sustentables los biocombustibles?
De acuerdo con James Beard, aunque muchas empresas tienen la iniciativa de comprometerse más con el medio ambiente y generar biocombustible o alimentar sus máquinas con este líquido, muchas de ellas no se han detenido a medir el verdadero impacto de estos ingredientes en el medio ambiente.
Los biocombustibles no sostenibles pueden hacer más daño que bien y deberían eliminarse gradualmente. No todos los biocombustibles son malos. Se necesitarán biocombustibles sostenibles certificados en sectores que son difíciles de descarbonizar, como la aviación, agregó.
Por su parte, John Sauven, director ejecutivo de Greenpeace, señala que una forma más segura de reducir emisiones, y dejar de fracasar, es promover la eficiencia energética, los vehículos eléctricos y considerar la movilidad de una forma mucho más sustentable fomentado el uso de bicicletas o vehículos más ecológicos.
Aunque este estudio arroja el lado oscuro de los biocombustibles, no todo está perdido, aún existen elementos con los que se puede generar combustible limpio y más sustentable.
No obstante, los responsables deben experimentar mucho para saber cuál de todos puede ofrecer una opción sostenible, algo que no es tan sencillo de descubrir de la noche a la mañana. Mientras tanto, los ciudadanos podemos optar por utilizar menos nuestro auto, adquirir vehículos eléctricos, usar el transporte público y tratar de reducir el impacto ambiental que generamos día a día.