Por: Emilio Guerra Díaz
Para: Benjamín Hernández Benítez,
con quién en varias ocasiones
compramos discos benéficos
por catálogo
Una nota de Sony Music publicada la semana pasada por lo menos en 3 diarios de circulación nacional (Reforma, El Universal y La Jornada) nos llamó la atención por su trascendencia y el potencial que representaría el trabajo de la disquera a favor de causas sociales y los recursos que puede movilizar para apoyar a otros.
El relato señala que una colega del área de operaciones de esa empresa está enfrentando un problema de salud contra el cáncer, una lucha que demanda gran cantidad de recursos económicos, además de por supuesto, una actitud positiva y solidaridad de sus seres queridos; y para ello se organizó una recolección de artículos personales de músicos y artistas para ser subastados y así obtener recursos para cubrir el importe de su tratamiento.
De esa forma Belinda, Vicente Fernández, Chayanne, OV7, Benny Ibarra, Edith Márquez, Reyli, Lila Downs, La Oreja de Van Gogh, Filippa Giordano y Río Roma y Samo de Camila, decidieron participar donando una prenda o artículo de uso personal para que sea adquirida vía mejor propuesta en Mercado Libre y así juntar recursos para pagar el tratamiento de su colaboradora.
El mecanismo de procuración de fondos ya había sido probado con un artículo de Thalía, obteniendo resultados positivos, por los cibernautas que pujaron por la bolsa autografiada por la cantante.
Quien dentro de Sony Music ideó y organizó estas subastas merece todo reconocimiento por estar comprometido con su prójimo y ocuparse en ayudar y nos sumamos a los positivos deseos para la recuperación de aquella colaboradora. Más aún, con su actuar ha puesto ejemplo sobre cómo poder participar filantrópicamente pero también abre las puertas de enormes potenciales que pueden las empresas, de cualquier ramo, para movilizar recursos y desarrollar toda una estrategia alineada a su negocio para crear proyectos de ayuda social y vinculación con la comunidad.
Como Sony Music, muchas empresas cuentan con particulares recursos para movilizar recursos. En este caso, Sony Music puede fungir como un medio para canalizar deseos de ayuda, en este caso, de los artistas que representa, escoger una causa social o un abanico de programas que le permita focalizar su intervención social. Las recopilaciones musicales benéficas resultan muy atractivas para los consumidores y se vuelven objetos o antologías de colección y qué decir acerca de los conciertos pro causas sociales.
De esta manera a continuación hacemos un listado de ventajas con las que cuenta Sony Music, algunas fundaciones empresariales y estaciones radiofónicas para movilizar recursos:
• Poder de convocatoria. Como ninguna otra empresa, éstas cuentan con amplia ventaja para invitar por un lado a los artistas con los que tienen contacto, como también a distintos públicos a participar. El ejemplo ya está presente en el caso de Sony Music que hemos relatado.
• Motivo de convocatoria. Existen diversas causas por las que se puede ayudar. El mexicano ha demostrado su gran solidaridad en casos de desastres y todo tipo de eventualidades y desgracias. Sin embargo se puede desarrollar una estrategia alineada a los propósitos tanto de la empresa como del artista que se desee sumar. Por ejemplo, las hermanas Ha-Ash se identifican con la niñez; Emmanuel con el medio ambiente (de hecho fundó la asociación Hombre Naturaleza), Christian ex Rebelde, lucha por los derechos de las minorías sexuales y tolerancia a la diversidad sexual, Yuri apoya la salud del corazón de la mujer, etc. Causas organizadas y focalizadas ayudan a planear actividades ajustadas para cada músico.
• Variedad de artistas y por lo tanto de causas y públicos con quienes trabajar de acuerdo a sus expectativas sociales. Los gustos ayudan a seleccionar causas y eventos más adecuados.
• Logística resuelta. Lo que a unas instituciones y empresas puede detener, en el caso de este segmento empresarial le resulta fácil de controlar pues cuentan con el expertis necesario para llevar a cabo con éxito un concierto.
• Socios adicionales, todos ganan. Cuando hay un buen proyecto, otros se suman porque vislumbran oportunidades para el mutuo beneficio.
• Montaje de actividades adicionales. Por ejemplo de un concierto benéfico además del pago de la entrada, se han obtenido recolección de víveres como un kilo de frijol, arroz, etc.
• Detonar el liderazgo y el activismo de los artistas y sus fans. Hemos sido testigos de la evolución filantrópica de varios artistas como Rebecca de Alba o Patricia Manterola que en un principio prestaron su imagen y destinaban tiempo para apoyar distintas causas sociales. Hoy han las dos bellas mujeres han creado su propia fundación. En otros casos como el de Diego Luna, ofrecen solidariamente parte de la taquilla de funciones de teatro en las que colaboran. Tiaré Scanda es una activista ya por los derechos de la infancia. Los artistas al plantear problemáticas y las soluciones que las organizaciones de la sociedad civil ofrecen, motivan y estimulan la participación ciudadana, muchos nos hicimos activistas o nos afiliamos a una organización por el ejemplo de un artista, en mi caso, gracias a Bruce Springsteen y a U2 participo en Amnistía Internacional, y por Annie Lenox en Greenpeace, por Boston me llama la atención el cuidado a la naturaleza.
• Fuente de recursos adicionales. En este espacio insistimos sobre la necesidad de comprender que los programas empresariales deben de partir de un presupuesto destinado para ello, pero la persecución de recursos adicionales no esta demás. Por ello las actividades que el ingenio empresarial permita desarrollar son mucho más atractivas para la participación de los potenciales donantes.
A menudo las iniciativas empresariales que son nuevas pretenden obtener recursos de inversión para sus programas o fundaciones no de su presupuesto, sino de otras fuentes o de sus clientes. Sobre la crítica a esta tendencia, vale la pena señalar que si bien las organizaciones filantrópicas se han especializado en abordar y atender diversos problemas, requieren recursos y mientras brindan servicios y desarrollan distintos proyectos, deben buscar al tiempo, los recursos económicos necesarios.
Cuando una fundación empresarial, que por naturaleza debiese ser una instancia canalizadora de recursos, surge buscando esos fondos, va en detrimento del trabajo de procuración de fondos de las organizaciones operativas y se percibe que hay una competencia desmedida y se considera que hay un solo pastel de donaciones del cual hay que partir las rebanadas más delgadas para que a todos les toque.
A una fundación empresarial corresponde destinar recursos del negocio, con una correlación porcentual de sus utilidades antes del pago de impuestos y apoyar las iniciativas con las que se identifica. Las empresas son actores que pueden colaborar en engrandecer el pastel de donaciones o bien, cocinar otros nuevos postres con iniciativas como Sony Music. Solo así los ciudadanos tendrán más medios a través de los cuales puedan encontrar la causa social que desean apoyar y cuenten con más organizaciones y proyectos de su interés.
Desde el Consejo Directivo
A propósito de este tema que ha dado motivo a la presente colaboración, los consejeros apoyaron el nacimiento de nuevas iniciativas empresariales como la que impulsan la Fundación Multimedios y el Grupo Milenio. Se trata de invertir más de 5 millones de pesos para crear un Banco de Sangre y contar con una unidad móvil para recolectar sangre de donantes altruistas.
Por su parte el consejero secretario recordó algunas de las recopilaciones discográficas más éxitosas que recién se hicieron para apoyar desastres naturales, como son: “We are the world 25 for Haiti”, “Young Artist for Haiti”, “Songs For Japan”. Bienvenidas estas acciones que complementan el esfuerzo de otras organizaciones que ya vienen desarrollando sus servicios.
Emilio Guerra Díaz
Emilio Guerra cuenta con amplia experiencia en la Gestión de la RSC, destacando su trabajo en el área de vinculación con la comunidad que potenciar la inversión social empresarial. Ha gerenciado fundaciones empresariales.