Forbes visitó la planta de producción de la línea X de BMW de Spartanburg en Carolina del Sur, Estados Unidos, donde comenzará la producción del nuevo y más grande modelo de la línea X, el X7, Para ello la planta aumentó su capacidad de producción a 450,000 SUVs al año gracias a una inversión de mil millones de dólares. Pero no fue sólo la capacidad la que se impulsó, sino que también se fortalecieron los esfuerzos para hacerla una fábrica sostenible.
Desde hace 20 años esta planta fabrica los modelos BMW X3, BMW X5, BMW X5 M, BMW X6 y BMW X6 M y cuenta con un volumen de exportaciones de 7,500 millones de dólares, por 10 que es el mayor exportador de autos de Estados Unidos. La magnitud de estas instalaciones representa un fuerte impacto ambiental y es por ello que la firma asumió una responsabilidad verde dentro de su identidad corporativa. Esta filosofía consiste en procesos de producción limpios, prácticas de reciclado y uso eficiente de los recursos naturales, lo que les hizo obtener la primera certificación IS014001 en la industria.
Los residuos sólidos y el uso de agua son los principales problemas que se presentan en las plantas de producción de vehículo. Los mayores esfuerzos de BMW se han centrado en crear programas de reciclaje que reduzcan la necesidad de tiraderos y programas de conservación que ayuden a ahorrar 9.5 millones de galones de agua al año.
Green Team
Varias áreas se han trabajado en conjunto para potenciar la Sostenibi1idad, pero uno de los principales ha sido cambiar la pintura de los autos, por lo que se eliminaron los solventes y se innovó para crear una pintura a base de agua que reduzca las emisiones al ser producida. Además, se instalaron turbinas que transforman el gas metano de los tiraderos en energía alternativa que se utiliza en la línea de producción.
Como resultado, el año pasado por cada vehículo que se produjo se logró reducir el consuma de agua en 58%, el consumo de energía en 65%, los desechos sólidos en 86% y el desecho industrial de agua en 58%. Sin Contar con el ahorro de cerca de 5 millones de dólares anuales en costos de energía.
Lujo enchufable
Movilidad sostenible es el concepto detrás de la vanguardista línea i de BMW. Vehículos eléctricos o híbridos con un diseño futurista y una filosofía de que el nuevo lujo es aquel que va de la mano con la sostenibilidad. Hasta el momento sólo existen dos modelos de esta línea: el BMW i3 y el BMW i8. El primero es el que fue lanzado como el auto urbano del futuro. Compacto, libre de emisiones y con interiores totalmente prácticos.
Por su parte, el i8 es el deportivo híbrido que ha acaparado la atención de la industria. Lo que comenzó como un auto concepto en 2008, en la actualidad es parte permanente de la línea. Realizado en fibra de carbono con un diseño aerodinámico, tiene dos motores principales eléctricos y uno de apoyo a base de gasolina de tres cilindros, sumando así 357 caballos de fuerza y una velocidad máxima de 250 km/h. Este auto se distingue por contar con una tecnología que le permite ser ultraligero y compensar el peso de la batería de litio. El ideal que rige al i8 es que el desempeño de un deportivo se conjunte con el consumo de un auto compacto.
Probarnos el BMW i8 en la pista del Perforrnance Center de Spartanburgy, se puede decir que manejarlo es una experiencia totalmente distinta a cualquier otro auto. Las puertas se abren como ala de gaviota dejando ver un interior con detalles azules, con luz y cromados; unos asientos de piel, ergonómicos con estilo deportivo, y una amplia pantalla en la cual se pueden ver la amenidad es del auto. Al acelerar el sonido es distinto, en lugar del tradicional gruñido de un motor gran potencia se aprecia un sonido electrónico que bien se podría creer que se despega en una nave estilo Star Wars. La dirección es suave, el manejo es muy ligero, tomando curvas como si se flotara.
El tablero es brillante y cambia de color cuando se coloca en modo Sport, iluminándose en color rojo. Cuando se maneja en este modo se unen los motores sacando la mayor potencia del vehículo. Algo destacable es que cuando se encuentra en Sport, el motor eléctrico se recarga sin necesidad de enchufarlo. Un super deportivo que brinda lo mejor de ambos mundos: la potencia y la aerodinámica con la sostenibilidad y la eficiencia de recursos, por un precio base de 2 millones de pesos.
Fuente: Revista Forbes
Edición: (Mayo/ Junio 2016)
Página: 170/171