La Flemish League against Cancer publica este spot que apela a la responsabilidad social de los padres fumadores.
El humo secundario es una mezcla del humo residual que proviene del tabaco en combustión y del humo exhalado por el fumador. Se compone de unas 4000 sustancias quimicas de las cuales una gran cantidad causa enfermedades respiratorias y unas 40 son posibles cancerigenas.
Los hijos de padres fumadores sufren el mismo perjuicio en su salud que si fumaran 80 cigarrillos al año, según ha advertido la Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica (Neumomadrid). Asimismo, los lactantes sometidos al humo del cigarrillo tienen cuatro veces más posibilidades de desarrollar el síndrome de muerte súbita del recién nacido.
Un spot interesante que vuelve a poner sobre la mesa la eterna pregunta ¿Es posible que una tabacalera sea socialmente responsable? El debate sigue abierto.
