Se trata de una ejecución de responsabilidad social por parte de una ONG muy particular: Stop Prisoner Rape.
Los horrores experimentados por jóvenes presidiarios, especialmente aquellos que purgan una sentencia corta o por crímenes no violentos, van más allá de lo imaginable. Las violaciones en prisión no sólo afectan la vida de las víctimas sino que han demostrado ser un factor terriblemente devastador para el espíritu humano. Humillación, depresión y pérdida de autoestima marcan permanentemente la existencia de los afectados.
Stop Prisoner Rape busca terminar con esta forma de violencia que no respeta sexo ni edad, y para ello simplemente se aprovechó de la cuasi leyenda urbana respecto de que, en las prisiones varoniles, esto sucede cuando en las regaderas los cautivos se agachan a recoger el jabón. De modo que, en una guerrilla que pudiera resbalar incluso al humor negro, se tiraron jabones en las calles con la leyenda:
¿Y que pasaría si te sucediera a ti? stopprisonerrape.org
Un eufemismo, una guerrilla fuerte para un hecho brutal al que muchas veces no nos gusta mirar, aunque no por ello, sea menos real.