La Navidad ha llegado a Starbucks. Y con ella, la polémica. La multinacional ha decidido eliminar este año los diseños navideños en los vasos rojos que desde 1997 estrena en esta época para servir sus cafés en lo que Starbucks llama un «lienzo en blanco», esto es, simples vasos rojos sin más decoración que el logo de la empresa. Ni renos, ni árboles, ni bolas de Navidad, ni copos de nieve, ni patinadoras sobre hielo. Solo rojo.
¿Hay algo dañino en esta decisión? ¿Intenciones ocultas? ¿Secretos no revelados? Así lo creen en Estados Unidos, donde cada año esta cadena de cafeterías usa 2,300 millones de vasos de papel.
Es al menos lo que piensan comunidades cristianas de Norteamérica, donde Joshua Feurstein, un predicador evangelista de Arizona, ha iniciado una campaña asegurando que Starbucks está haciendo un «boicot a la Navidad», por lo que pide declarar la guerra la empresa y no consumir en sus locales. «Starbucks quita la Navidad de sus vasos porque odia a Jesús», asegura en un vídeo que colgó el pasado fin de semana y que alcanza ya casi 15.5 millones de reproducciones.
Su crítica se hizo pronto eco en las redes sociales, sobre todo en Twitter, donde el hashtag #MerryChristmasStarbucks movilizó a consumidores de todo el mundo. Y no precisamente para defender a Starbucks pues, según datos de Amobee Brand Intelligence, dos tercios de los tuits (nombre que se da a los mensajes que escriben los usuarios en la red social) son negativos. Por lo general, tachan a Starbucks de anticristiana y de insultar a quienes celebran la Navidad.
Starbucks no tardó en responder. «En el pasado contamos historias con el diseño navideño de los vasos», pero este año «hemos querido acompañar estas fiestas» con un vaso rojo que imita un «lienzo en blanco» para que «los clientes cuenten sus historias de Navidad a su manera», aseguró la empresa en un comunicado.
Trump pide boicotear a la cadena
Podría tratarse de una simple polémica si no fuera porque el asunto ha entrado incluso en campaña electoral. El precandidato republicano Donald Trump se ha pronunciado públicamente para pedir un boicot a las cafeterías Starbucks por abandonar los símbolos de Navidad.
Tal es su determinación, que incluso se plantea rescindir el contrato del local de Starbucks en la Trump Tower de Nueva York, uno de los más exitosos de la cadena. «Vamos a acabar con ese alquiler», aseguró el magnate. «Si soy presidente todos diremos Feliz Navidad de nuevo en cada tienda».
Fuente: El Economista