Firman convenio para impulsar proyectos productivos, donar en especie, desarrollo científico de productos nutritivos y atención ante desastres naturales
Tras señalar que México es más, mucho más que un proyecto de inversión, la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, dio a conocer que la Sedesol y PepsiCo México firmaron un acuerdo de colaboración para contribuir a la Cruzada Nacional contra el Hambre en cuatro áreas de acción: desarrollo de productos alimenticios que contribuyan a combatir la desnutrición; favorecer el desarrollo de proyectos productivos sustentables en las comunidades atendidas por la iniciativa; impulsar la donación de productos destinados al bienestar de las personas en esas comunidades, y apoyo en desastres naturales.
La titular de la Sedesol mencionó que éste es un convenio que aprovecha toda la experiencia, toda la capacidad de investigación científica de PepsiCo para diseñar un producto enriquecido a base de avena que contribuya a solucionar las necesidades nutricionales de los niños y las niñas, las mujeres embarazadas y en lactancia.
“Los niños y las niñas, remarcó, son un objetivo central de la Cruzada, porque si la desnutrición y la anemia no se atienden desde edades tempranas, derivan en vulnerabilidad para toda la vida; se traducen en bajo rendimiento escolar, en baja productividad laboral, en pobreza y exclusión en la vida adulta. Si damos a los niños y a las niñas un buen presente, nos darán un buen futuro; de ahí la necesidad de enfocar en ellos esfuerzos, presupuestos y políticas públicas”.
Enfatizó que la inversión en la infancia no es un gasto, es una inversión en progreso económico, en cohesión social, en democracia; es una inversión para lograr un mejor mañana para todos, para México, para toda la Nación.
Coincidió con Pedro Padierna, presidente de Pepsico México y de Fundación PepsiCo México, en la importancia de los esfuerzos intersectoriales, de las alianzas entre gobierno y empresas para trabajar por los sectores más desfavorecidos, “porque no hay otra vía; no basta la acción del gobierno o de un programa público, en un país con retos tan complejos, con una pobreza y brechas de desigualdad tan profundas. No hay otro camino que la suma de esfuerzos de todos los mexicanos, de todos los actores, más allá de nuestras diferencias y de nuestras visiones, porque tenemos un proyecto común, compartido, que se llama México”.
Seguidamente reiteró que la Cruzada es más que entregar depensas y llevar apoyos asistenciales que generan dependencia y limitan el ejercicio de la libertad; “es lograr que las comunidades más vulnerables, a partir de sus propias iniciativas, energías y recursos, de la dignidad y el esfuerzo de su gente, puedan salir adelante y tomar su propio camino para superar sus rezagos”.
Es un tema, continuó, “de empoderamiento, de ciudadanía social y económica, de competitividad; es un tema de democratización de la productividad, donde reconocemos el derecho y la capacidad de cada comunidad, de cada familia y de cada individuo para salir adelante con sus propias fuerzas, iniciativas y recursos para generarse un entorno de prosperidad y un entorno de inclusión social”.
Al respecto, mencionó que la implementación del acuerdo contará con la experiencia de Fundación PepsiCo México en la promoción de comunidades autosustentables y el conocimiento de Un Kilo de Ayuda en la atención de población con desnutrición.
Durante su intervención, Pedro Padierna mencionó que “en PepsiCo estamos contentos de contribuir a combatir los retos de nutrición que enfrenta México, a través de Quaker y su amplia experiencia en el desarrollo de alimentos nutritivos; estamos convencidos que nuestra participación en la Cruzada Nacional contra el Hambre contribuirá a atender la desnutrición crónica y con ello ayudar a forjar un mejor presente y un futuro más prometedor para los mexicanos”.
En cuanto a la primera área de acción, anunció el desarrollo de dos productos, con presentaciones en atole y galleta, que contribuirán a cubrir las necesidades diarias de nutrición de la población materno-infantil que sufre desnutrición crónica, en específico mujeres embarazadas, madres en lactancia y niños y niñas de hasta 5 años. Estos alimentos serán accesibles en términos de precio y distribución y contribuirá a complementar las necesidades nutricionales de los mexicanos.
Para lograr este desarrollo, integró un grupo de destacados científicos, incluyendo al Dr. Leopoldo Vega Franco, profesor titular del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM, y al Dr. Haile Mehansho, doctor en Bioquímica de la Universidad de Minnesota. Adicionalmente, se aprovecha la tecnología mexicana de punta desarrollada en el Centro Global de Innovación en Horneados y Nutrición de PepsiCo, en Nuevo León.
Como parte del proyecto, la empresa llevará a cabo protocolos de investigación científica sobre los beneficios de ambos productos a través de alianzas con instituciones académicas y de salud. Sedesol acompañará las investigaciones facilitando la vinculación a través de la Comisión Intersectorial de la Cruzada Nacional contra el Hambre, y concluida la fase de investigación, se evaluarán las alternativas de distribución a las comunidades del país, en particular a aquellas con requerimientos de atención especiales.
En la segunda línea, la Fundación PepsiCo impulsará iniciativas que contribuyan al desarrollo sustentable de las comunidades, integrando los ámbitos de educación, salud y medio ambiente, de acuerdo a los modelos de operación de la Fundación misma.
En la tercera línea, la empresa establecerá los mecanismos de acción con distintas organizaciones de la sociedad civil participantes en la Cruzada para realizar donativos en especie para impulsar el bienestar de las comunidades.
Finalmente, la cuarta línea consiste en la creación de esquemas de colaboración para apoyar a la población afectada en caso de desastres naturales.
Atestiguaron la firma del convenio Johannes Evenblij, director general de Quaker; Leopoldo Vega Franco, profesor titular del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM, y José Ignacio Ávalos, presidente de Un Kilo de Ayuda.
Comunicado de Prensa