La Responsabilidad Social Corporativa comenzó siendo un movimiento encaminado a mejorar el desempeño social y medioambiental de las grandes empresas, las corporaciones, extendiéndose posteriormente a empresas medianas y pequeñas y a organismos públicos. Sin embargo, aún a día de hoy, las grandes empresas siguen siendo el centro de atención a la hora de hablar sobre reporte, pasando bastante más desapercibidas al respecto las administraciones públicas, aunque éstas deben de interiorizar aún más si cabe la responsabilidad social en su filosofía de funcionamiento.
Para intentar poner remedio a esta situación, o al menos paliarla, Global Reporting Iniative (GRI) está trabajando en un suplemento de reporte sobre el sector público que ha de contener los principales indicadores sobre los que sería recomendable que las administraciones públicas informasen, documento aún en la fase de borrador. Esta misma organización realizó en 2010 un pequeño estudio para ver hasta qué punto los indicadores del suplemento eran contemplados en el reporte de las administraciones públicas, analizándose 10 informes elaborados por estas últimas. El resultado de esta investigación se plasma en el documento “GRI Reporting in Government Agencies”.
El documento «GRI Reporting in Government Agencies» es más bien divulgativo que analítico
Los resultados que se obtuvieron son similares a los de las grandes corporaciones: la información se encuentra fragmentada, es principalmente narrativa y contiene escasas cifras sobre desempeño. De los 14 indicadores que contiene el borrador, el reporte sobre 11 de ellos era deficiente, mientras que ni siquiera se informaba sobre 2. A esto hay que sumar la escasa utilización de las “Guías para la Elaboración de Memoria de Sostenibilidad” en las administraciones públicas, pues en el 2009 sólo el 1,7% de los informes presentados de acuerdo a la metodología de GRI procedían de éstas.
Así pues, aunque se suele poner énfasis en la monitorización de las empresas, lo cierto es que las administraciones públicas, aún con más razón, también han de rendir cuentas. Porque quienes han de ser socialmente responsables no son sólo las grandes compañías, también todos los miembros de la sociedad en la que vivimos y que las administraciones públicas articulan.
Fuente: Rsc.uned.es
Publicada: Marzo de 2011.