En los últimos cuatro años, al menos 10 empleados de la fabricante de automóviles francesa, Renault, se suicidaron. Tiempo después otras seis más lo intentaron. Los motivos fueron las condiciones de trabajo que sufren dentro de la organización.
De acuerdo con un balance de los sindicatos de la empresa publicado por el diario local Le Parisien, desde 2013, diez empleados se habrían quitado la vida y otros seis lo habrían intentado por causas “ligadas a las condiciones laborales” de la compañía como estrés, exceso de trabajo y depresiones.
Recientemente, se reportó el caso de un intento de suicidio de un trabajador quien intentó colgarse en un taller de Renault, en París con un cartel colgado en el cuello con el nombre de sus jefes y el mensaje: “ellos me mataron”.
“Para nosotros esos intentos de suicidio están ligados a Renault. Los ritmos de trabajo son infernales” declaró al diario un delegado sindical.
Entre octubre de 2006 y febrero de 2007, Renault sufrió una oleada de suicidios. Ante los hechos, la empresa rechazó las acusaciones de que los suicidios sean consecuencia de las condiciones laborales en la empresa.
“Son casos individuales. Cada caso es único, diferente y ligado a una historia personal” explicaron fuentes de la dirección de la empresa que destacaron la política reciente de aumento de contrataciones de trabajadores en Renault.
El estrés laboral en México
En México, tres de cada cuatro empleados dicen sufrir de estrés laboral y de acuerdo con el Banco Mundial, es una de las proporciones más altas en el mundo.
La institución calcula que para el grupo de las 20 economías más industrializadas (G20), esta proporción es de seis de cada 10 empleados.
«La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que un cuarto de todos los ataques al corazón cada año en México están relacionados con enfermedades físicas, emocionales o sicológicas causadas por estrés crónico», dice el documento «Trabajar menos para trabajar mejor».
Esta situación se complica porque México es donde los empleados trabajan más, dado que la semana laboral en promedio es de 48 horas, cuando en el mundo es de 40 horas y en algunos países se ha logrado reducir hasta 36, como en Finlandia o Dinamarca.