Los planes e inversión que se han realizado para impulsar la sustentabilidad post COVID y abordar el cambio climático parecen no estar dando los resultados esperados. De acuerdo con United Nations Environment Program and Oxford’s Economic Recovery, los gobiernos están perdiendo la mayor oportunidad de encaminar al mundo hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030.
La organización realizó un estudio en donde analizó cerca de 3.500 políticas fiscales en las 50 economías más grandes del mundo y encontró que solo el 2.5% de todo el gasto inducido por la pandemia hasta la fecha tenía como objetivo fomentar la sustentabilidad post COVID.
Una gran parte del gasto gubernamental relacionado con COVID-19 se ha centrado en los pagos de asistencia social y la respuesta de salud. Sin embargo, el informe concluye que incluso cuando el enfoque se reduce para mirar solo las medidas diseñadas para lograr una recuperación económica a más largo plazo, solo el 18% del gasto tiene características ecológicas positivas.
Poca inversión para la sustentabilidad post COVID
El informe concluye que no se está reconstruyendo mejor a favor de la sustentabilidad post COVID, a pesar de las repetidas promesas de los gobiernos de diseñar una recuperación verde y la introducción de algunos programas prometedores.
La humanidad se enfrenta a una pandemia, una crisis económica y un colapso ecológico; no podemos permitirnos perder en ningún frente.
United Nations Environment Program and Oxford’s Economic Recovery.
Brian O’Callahan, investigador principal del estudio, compartió que a pesar de los pasos positivos hacia una recuperación sostenible de COVID-19 de algunas naciones líderes, el mundo hasta ahora no ha logrado igualar las aspiraciones de reconstruir mejor.
Y con esta declaración afirmó que las oportunidades para invertir sabiamente en la recuperación aún no han terminado. Los gobiernos pueden aprovechar este momento para asegurar la prosperidad económica, social y ambiental a largo plazo.
Para la mayoría de los países, la inversión enfocada en la recuperación ha sido relativamente baja y no particularmente ecológica, según el informe, aproximadamente el 16% del gasto en recuperación podría generar impactos positivos en la contaminación del aire, pero es probable que se realice todo lo contrario.
El Reino Unido se encuentra entre una serie de países que está perdiendo oportunidades para lograr una recuperación ecológica, dado que solo un pequeño porcentaje de su programa se centra en impulsar a sustentabilidad post COVID para combatir el cambio climático.
A lo largo del informe se invita a gobiernos, legisladores y empresas a pensar a largo plazo al diseñar programas de gasto y advirtió que un enfoque unidimensional en la recuperación económica a corto plazo, corre el riesgo de avivar la desigualdad y la emergencia climática.
De los 14,6 billones de dólares invertidos por estos 50 países hasta la fecha, solo $1,9 billones se han invertido en medidas de recuperación a largo plazo destinadas a estimular la actividad económica sustentable.
Brian O’Callahan, investigador principal del estudio.
La Directora Ejecutiva del PNUMA, Inger Anderson, realizó un llamado a los responsables de la formulación de políticas a considerar detenidamente este informe que recopila ejemplos de gastos de recuperación ecológica de todo el mundo y subraya los beneficios sociales que pueden desbloquearse mediante políticas ecológicas cuidadosamente diseñadas, como mejores resultados de salud, costos de energía reducciones y mayor seguridad alimentaria.
La humanidad se enfrenta a una pandemia, una crisis económica y un colapso ecológico; no podemos permitirnos perder en ningún frente. Los gobiernos tienen una oportunidad única de poner a sus países en trayectorias sostenibles que priorizan la reducción de la pobreza y la salud planetaria a la vez.
Inger Anderson, Directora Ejecutiva del PNUMA.
Este estudio puede brindar una especie de guía y herramientas que encaminen al mundo a fomentar políticas de sustentabilidad post COVID.
5 áreas para un mundo con sustentabiliad post COVID
El documento identifica cinco áreas centrales de políticas ecológicas en las que los responsables políticos, gobiernos y empresas deben centrarse:
- Energía ecológica.
- Transporte con bajas emisiones de carbono.
- Capital natural.
- Mejoras de edificios ecológicos e investigación.
- Desarrollo ecológico.
Hasta ahora, se han gastado unos $66.1 mil millones en energía verde de los cuales $25.3 mil millones se centraron en energías renovables y $18.5 mil millones en hidrógeno, este último impulsado sustancialmente por importantes programas de inversión de Francia y Alemania.
Mientras tanto, se han gastado $86,1 mil millones en transporte bajo en carbono, $28,9 mil millones en investigación y desarrollo ecológicos y $35,2 mil millones en mejoras de edificios ecológicos.
El informe revela que se han anunciado 56.300 millones de dólares para capital natural o soluciones basadas en sustentabilidad post COVID, no obstante, se menciona que el estudio solo encontró que el 3% de la inversión tiene características significativamente positivas para la protección de la naturaleza y existe un 17 por ciento de probabilidades de tener un impacto negativo significativo sobre el capital natural.
Más apoyo a lo local
Las personas responsables de este estudio señalan que los programas de sustentabilidad o inversión verde, se han centrado desproporcionadamente en las naciones industrializadas.
Por lo tanto, sostiene que es fundamental que las economías avanzadas y los organismos multilaterales apoyen a los mercados emergentes y las economías en desarrollo para satisfacer sus aspiraciones de recuperación ecológica.
Las economías menos desarrolladas están paralizadas por costos de endeudamiento más altos y posiciones fiscales más débiles que sus contrapartes más ricas. Además, el PNUMA y la Universidad de Oxford coinciden en que los gobiernos no han estado realizando del todo bien su trabajo.
Otra investigación, publicada el mes pasado, concluyó que los gobiernos de los 30 países encuestados en el estudio de United Nations Environment Program and Oxford’s Economic Recovery, habían fracasado en gran medida en aprovechar la oportunidad de combinar la recuperación económica con el crecimiento sostenible.
El sector público y privado deberán intensificar sus esfuerzos en materia de sustentabilidad post COVID y tendrían que considerar de manera integral formar programas de estímulo para evitar que las ganancias ambientales producidas por un programa de gasto sean neutralizadas por los impactos intensivos en carbono de otro.
Si bien el estudio menciona que se está esfumando una etapa de oportunidad para fomentar la sustentabilidad post COVID, aún se puede corregir el camino para encaminar los programas, estímulos e inversión a favor de los objetivos de desarrollo sostenible que engloban todos los desafíos tanto sociales como ambientales. ¿Lo lograrán antes de que sea demasiado tarde?