¿Por qué leer esta nota?
Ante el problema de movilidad que enfrentan las grandes ciudades del mundo, muchas soluciones han surgido con poco o mucho éxito. El Foro Económico Mundial, predice que los taxis robot pueden ser la respuesta que esperábamos. Echa ojo a esta nota publicada en su portal.
Transcribimos a continuación.
Una revolución silenciosa se aproxima a las calles. Dentro de poco, las personas podrán usar sus teléfonos móviles para pedir taxis robot completamente autónomos para ir a trabajar. Estos los recogerán en sus hogares y los llevarán a la estación de metro más cercana, desde donde podrán tomar un tren hasta sus lugares de trabajo en el centro de la ciudad. Estos vehículos sin emisiones serán eléctricos y se abastecerán con generación solar o eólica. Creemos que esta transformación está a la vuelta de la esquina. Promete cambiar el mercado de la movilidad y mucho más.
En el transcurso de los próximos cinco años, los sistemas de transporte de las ciudades comenzarán a transformarse para abordar dos desafíos asociados: la congestión y el cambio climático. Gracias al uso de taxis autónomos con mucha más capacidad y tiempo de uso efectivo (que, además podrán integrarse con sistemas de optimización del tráfico), las ciudades podrían reducir la cantidad de automóviles en las calles en más de 40 %.
En un escenario optimista, una ciudad como Berlín podría usar taxis robot para transportar hasta 60 % de sus pasajeros. Cambios como este traerían una forma de movilidad limpia, accesible y segura a los residentes de las ciudades.
En un escenario más realista, se prevé que las ventas de vehículos autónomos alcancen 2 % de las ventas de vehículos nuevos a nivel mundial en 2025 y 8 % en 2030. Si el costo de los automóviles autónomos se reduce más rápidamente y las ciudades introducen nuevos sistemas de movilidad más rápidamente, los vehículos autónomos podrían representar 30 % del mercado o más en 2030.
Políticas e inversión
La legislación será un factor crítico para esta transformación, ya que se espera que las ciudades y los países se comprometan firmemente a reducir las emisiones de carbono. Las normas pondrán más presión sobre los vehículos de combustión interna (VCE) y crearán incentivos para los vehículos sin emisiones, tales como los vehículos eléctricos (VE) a batería. Algunas ciudades prohibirán los VCE en sus distritos más congestionados y podrían restringir dichas zonas a los vehículos compartidos. Estos cambios normativos sentarán las bases para el uso más extendido de taxis eléctricos autónomos.
Al mismo tiempo, las empresas automotrices y tecnológicas comienzan a invertir sumas considerables en el software y el hardware necesarios para la completa automatización de la movilidad urbana (niveles 4 y 5 de la escala de la Sociedad de Ingenieros de Automoción). Algunas empresas ya han comenzado a conducir vehículos autónomos en ciudades cooperativas.
Waymo, una subsidiaria de Alphabet, tiene un historial de unos 6,4 millones de km recorridos por vehículos autónomos. General Motors también ha abierto los brazos a esta oportunidad. La empresa pronostica un aumento considerable de los ingresos generados a lo largo de la vida útil de un auto. La compra por parte de Daimler de mytaxi, una empresa de movilidad basada en aplicaciones, subraya la importancia de las plataformas tecnológicas en este nuevo ecosistema.
El comportamiento de los consumidores también comienza a evolucionar: los más jóvenes muestran menos interés en tener y conducir autos. Desde el año 2000, el patentamiento de autos ha disminuido en algunos países. La urbanización también es un factor importante, dado que las personas que viajan hasta sus trabajos buscan medios de transporte alternativos e integrados. Estos factores también juegan a favor del surgimiento de los taxis robot.
Fabricantes de automóviles y empresas proveedoras de electricidad
Los fabricantes de autos ya se preparan para esta transformación. Entienden que, con ella, parte de la rentabilidad pasará de la fabricación a la provisión de tecnologías y servicios, tales como baterías, servicios de movilidad y software para conducir los autos y administrar las redes de movilidad. Al expandir sus empresas para convertirse en proveedores de servicios de movilidad, las empresas automotrices deberán administrar y mantener grandes flotas de taxis robot.
Los proveedores de electricidad también verán las flotas de vehículos eléctricos como otro recurso energético descentralizado y digitalizado capaz de suministrar potencia de manera flexible para suavizar los picos de demanda y reducir la inversión en infraestructura. Estas empresas también juegan un papel importante a la hora de proporcionar estaciones de carga ultrarrápidas y gestionar la energía de los edificios y las microrredes conectados a las flotas de VE.
Por último, empresas tecnológicas como Uber, Lyft y Didi han aceptado pérdidas importantes con tal de posicionarse al frente de los servicios de movilidad, sea como propietarios de las plataformas o como operadores de redes de taxis robot. Estas empresa seguirán compitiendo para ganar participación en el mercado.
Cooperación publico-privada para el éxito
Aunque la dirección del cambio parece clara, el ritmo no es tan fácil de predecir. A medida que surjan nuevas oportunidades, es probable que más actores ingresen al mercado. Es probable que los más exitosos sean quienes actúen con celeridad, se asocien estratégicamente y se posicionen en los segmentos más rentables de la cadena de valor. Es probable que quienes sean capaces de proporcionar soluciones integradas logren una ventaja competitiva.
Las empresas de servicios públicos y otras empresas del sector energético también jugarán un papel central. Suministrarán la energía que este sistema de movilidad eléctrico requiere, aprovecharán los VE como recursos energéticos descentralizados e integrarán los VE y las estaciones de carga en las redes eléctricas inteligentes.
En última instancia, las ciudades controlarán y regularán la movilidad urbana. En colaboración con los proveedores de soluciones de movilidad, las empresas automotrices y el sector energético, crearán políticas y tomarán decisiones para catalizar esta transformación y brindar movilidad limpia, accesible y segura a la población.