Uno de los problemas de la conservación animal es que solemos elegir cuidar y preservar a los que son más adorables, o a los que no nos interesa comer: mientras no cesan los esfuerzos por lograr que los pandas se reproduzcan en cautiverio, el atún aleta azul ni siquiera ha sido declarado oficialmente una especie en peligro.
La organización de conservación marina Sea Shepherd creó, junto con la agencia Ogivly, una campaña para crear conciencia sobre ello.
La impactante imagen imita un empaque de carne, e invita a pensar en la reacción de un consumidor al que se le ofrece comerse a éste animal, conocido por estar en peligro desde hace varios años. Según la campaña, el atún de aleta azul también se encuentra en vías de extinción, pero ni siquiera aparece en la lista oficial, gracias a sobornos de los gobiernos de China y Japón, países donde más se comercializa la carne del pez.
Pero no solo eso, antes de dar a conocer la imagen y la camapaña, Sea Shepherd realmente ofreció la carne de panda a través de una página de internet y de puestos localizados en mercados, ferias de viaje y tiendas de autoservicio. No es sorprendente que la repuesta fue negativa. Los «vendedores» recibieron comentarios como «llamaré a la policía» y «son ustedes unos enfermos», pero después de saber la verdad, miles de personas firmaron un compromiso de no volver a comer atún aleta azul otra vez.
Finalmente, este caso se trata de algo más que un concurso de popularidad entre especies. El atún aleta azul es parte tradicional de la dieta de los países asiáticos, pero los pandas nunca lo han sido. Eliminarlos de la dieta requerirá un gran cambio cultural, pero éste no puede comenzar sin el compromiso de los consumidores y del gobierno.
muy buena campaña