La respuesta a la sostenibilidad radica en fortalecer el tejido social a través de la confianza en el otro y de historias con significado.
Después de la euforia de la Copa del Mundo 2014 y, según mi opinión, la excelente participación de la Selección Mexicana en ella, el día a día ya ha ido recuperando forma y normalidad. Es innegable la importancia y la pasión que se vive alrededor del fútbol en México, particularmente alrededor de la época de Mundialista. Es impresionante como el mundo se une alrededor de un balón. ¿Podremos lograr en nuestro tiempo de vida tal interés y pasión para lograr rediseñar y construir un mundo mejor, más sano, más seguro, más sostenible? Sobretodo, ¿podremos lograrlo en armonía y para la mayoría, no sólo para unos cuántos?
La tecnología la tenemos, la inteligencia la tenemos. Con y a pesar de la información disponible, pública incluso, a cerca de la gravedad y poco margen de acción frente al cambio climático, pese a las grandes estrategias de negocio e incluso los recursos financieros disponibles, definitivamente NO hemos avanzado ni lo suficiente, ni lo suficientemente rápido. Una de las causas fundamentales que pueden explicar los avances mediocres es la crisis social, la no-sostenibilidad social que vivimos. La crisis ecológica que vivimos es grave, pero más grave aún es la crisis social.
Es difícil leer lo que pasa actualmente –por ejemplo, el tema de los niños migrantes entrando a Estados Unidos, o el despertar del eterno conflicto entre Israel y Palestina- sin sentirse abrumado y con dolor. Pero temas similares vivimos en nuestro país y ¿qué estamos haciendo los que tenemos el poder intelectual y financiero, individuos y empresas, para mejorar estas condiciones?
Karl-Henrik Robèrt, alguien a quien admiro y tengo la fortuna de tenerlo como mi mentor dice que la “erosión de la confianza interpersonal y la erosión de la fe” está provocando la “erosión de las comunidades alrededor del mundo”. El tema ecológico no lo puede solucionar ni un individuo, ni un país, por más ricos, más brillantes y con la tecnología de punta más impresionante; es un tema para resolver en conjunto, colaborativamente. Por ello, al no confiar en otros y tomar ventaja de otros –sea profesional, material, personal o emocionalmente- estamos alejándonos de la sostenibilidad en cualquier esfera y en cualquier grado.
Como dice Robèrt, es compartiendo historias con significado lo que une a las personas y culturas para poder recrear y desarrollar más historias (o proyectos) con significado y un propósito, el de caminar hacia y acercarnos más a la sostenibilidad
Itzel Orozco es Socio Fundador y Directora de Orozco Consulting, un despacho de consultoría en liderazgo y sustentabilidad estratégica (Página en Facebook). Itzel cuenta con más de 15 años de trayectoria profesional ha desarrollado su práctica de consultoría de negocios y sustentabilidad en Latinoamérica, EE.UU. y Europa. Se ha especializado en dar asesorías en liderazgo y estrategia de negocios con el enfoque en sustentabilidad y facilita talleres y seminarios en los mismos temas y en temas de innovación, emprendedurismo y responsabilidad social corporativa. También ha impartido clases de Empresas Sustentables en la Universidad Iberoamericana y en la Universidad Anáhuac y ha sido colaboradora de la Universidad del Medio Ambiente.
Itzel cuenta con un MBA con especialidad en Empresa Sustentable, por la Universidad de Oregon; con una maestría en Liderazgo Estratégico hacia la Sustentabilidad por el Blekinge Institute of Technology en Suecia y es licenciada en Economía (Honores) por la Universidad Tecnológica de México. Actualmente radica en la Ciudad de México.