Uno de los argumentos más comunes entre quienes defienden la adopción de una dieta vegana, aunque no el único, es que evitar el consumo de carne salva una gran cantidad de vidas animales y reduce las emisiones contaminantes derivadas de su producción, ya que esta industria es responsable de la emisión de toneladas de carbono a la atmósfera. Sin embargo, una dieta completamente vegana podría no ser la solución que todos estábamos esperando para rescatar el medio ambiente.
Un estudio reciente publicado por el portal Elementa ha inspeccionado las consecuencias de la transformación de la población estadounidense a los diferentes tipos de dietas vegetarianas, desde aquellas cien por ciento veganas hasta aquellas variantes que incluyen huevo y queso; los resultado muestran que mientras ciertamente el cambio a estos hábitos de alimentación son en algunos sentidos mejores a los que se mantienen en la actualidad, el modelo más eficiente es aquel que incluye elementos de origen animal; pues una cadena alimentaria completamente vegana, en realidad tiene la capacidad de alimentar a un menor número de personas.
Esta investigación contempló un total de diez dietas diferentes que fueron clasificadas de acuerdo a la eficiencia con la que utilizan la tierra agrícola disponible, considerando factores como el tipo de alimentos que se cultivan, la aptitud de la tierra para el cultivo de los mismos y el valor nutricional de los alimentos. Todo ello se utiliza para determinar la cantidad de alimento que se necesitaría para alimentar a la población mundial bajo cada régimen.
Las dietas se clasifican en tres grupos principales: Consumo corriente, Omnívora sana y Vegetariana saludable; estos a su vez se dividen en otras categorías con porcentajes cada vez más pequeños de carne, en las categorías ombívoras y diferentes tipos de productos de origen animal, ya sea lácteos, huevo o ninguno en la categoría vegetariana. Una alternativa de control positivo se deriva de la categoría de consumo corriente para describir un régimen de grasas y edulcorantes reducidos.
En cuanto al uso eficiente de la tierra, la dieta lacto vegetariana puede alimentar a más personas que aquella que no disfruta del queso, mientras que un régimen completamente vegano es menos eficiente que aquellos que incluyen un poco de carne.
Por su parte, la dieta basal que rige la alimentación de la mayoría de los estadounidenses es la que hace el uso menos eficiente del territorio agrícola.
¿Por qué la dieta vegetariana no es la más eficiente de todas? Esto se debe a que algunos tipos de tierra no son adecuados para los cultivos, pero pueden sostener el pastoreo. Dejar de criar animales en estas tierras significa dejar de aprovechar este territorio para la producción de alimento.
«Sabemos que en muchos aspectos el uso del suelo puede tener impactos ecológicos graves, por ejemplo la pérdida de biodiversidad», señaló el investigador Cristiano Peters en declaraciones retomadas por Fast Company.
Desde luego, esto no significa que las personas alrededor del mundo deban adoptar una dieta sostenible de inmediato; sin embargo podría resultar útil para determinar hacia dónde orientar los esfuerzos para garantizar la seguridad alimentaria, uno de los objetivos que la Organización de las naciones Unidas se ha planteado para construir un mundo mejor de cara al 2030.
Me agradan mucho los contenidos de «Expok». La sustentabilidad es un tema de todos y sin diferencia entre paises. Abre la puerta para pensar en replicas interesantes en cada uno de los paises donde existimos interesados en un mundo mejor.
Asi es que adelante, pues la tarea apenas inicia.
Muchas gracias
Olman Mora
Costa Rica