El cambio climático es muy evidente. Empresas, gobiernos y ciudadanos de todo el mundo están implementando medidas para frenar o por lo menos disminuirlo, sin embargo, en estudios recientes presentados se dice que el cambio climático terminará con el mundo en 2050.
¿Terminará el cambio climático con el mundo en 2050?
De acuerdo con un informe científico elaborado por un centro especializado australiano llamado Breakthrough National Centre for Climate Restoration y respaldado por un ex jefe del ejército de Australia se sugiere llevar a cabo un esfuerzo «similar a la movilización de emergencia de la Segunda Guerra Mundial» para evitar las catástrofes que implican este escenario; entre ellas, una «alta probabilidad de que la civilización humana llegue a su fin» en 2050 si no se toman medidas de mitigación en la próxima década.
A estas alturas, el cambio climático no es inevitable, cada vez es peor. En este análisis se dice que para 2050 el cambio climático podría convertirse en una «amenaza existencial para la civilización humana» que nunca podrá deshacerse.
La tesis central del artículo es que las predicciones de los científicos del clima son demasiado limitadas. El cambio climático afectará al planeta en un futuro cercano y la crisis climática actual, dicen, es más grande y más compleja de lo que cualquier humano haya tratado antes.
Algunos modelos climáticos como el que se utilizó en el Panel de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (IPCC) en 2018 para predecir que un aumento de la temperatura global de 2 grados centígrados podría poner en riesgo a cientos de millones de personas no tuvo en cuenta la gran complejidad de los muchos procesos geológicos interconectados de la Tierra; como tales, no logran predecir adecuadamente la escala de las posibles consecuencias.
Estudios recientes presentados se dice que el cambio climático terminará con el mundo en 2050.
Muchos científicos aseguran que el cambio climático es peor que cualquier modelo presentado pueda afirmar.
En el estudio los expertos hablan acerca del escenario más fatal, donde los gobiernos no hacen caso a las medidas que los expertos sugieren, así como la descarbonización de la economía al usar energías alternativas a las comunes, ya que su uso continuo resulta en un aumento en la temperatura global de 3 ºC para el año 2050. Lo que traería como consecuencia capas de hielo del mundo desechas, así como brutales sequías que matan a muchos de los árboles en la selva amazónica (eliminando una de las mayores compensaciones de carbono del mundo); y el planeta se sumerge en un circuito de retroalimentación de condiciones cada vez más calientes y más letales.
«El 35% de la superficie terrestre global y el 55% de la población mundial están sujetos a más de 20 días al año de condiciones de calor letal, más allá del umbral de la supervivencia humana», plantean los autores.
Mientras todo esto sucede, la Tierra presenta también sequías, inundaciones e incendios forestales. Ecosistemas colapsados comenzando con los arrecifes de coral del planeta, la selva tropical y las capas de hielo del Ártico. Los trópicos del mundo son los más afectados por estos nuevos extremos climáticos, que destruyen la agricultura de la región y convierten a más de mil millones de personas en refugiados.
Los conflictos armados por los recursos, tal vez que culminan en una guerra nuclear, son probables.
Con todo esto presentándose en nuestro mundo, los científicos aseguran que a la raza humana le queda aproximadamente una década para organizar un movimiento global para hacer la transición de la economía mundial a un sistema de cero emisiones de carbono.
El nuevo documento de política fue respaldado con un prólogo del almirante Chris Barrie, un jefe de defensa australiano retirado y comandante de la marina real senior que ha testificado ante el Senado australiano sobre las posibilidades devastadoras que el cambio climático representa para la seguridad nacional y el bienestar humano en general.
«La vida humana en la Tierra puede estar en vías de extinción, de la manera más horrible», explicó Barrie.
