Caño Cristales es el río más lindo del mundo. Eso asegura cualquiera en Colombia que haya visitado ese cauce de agua multicolor, también cualquiera que lo haya visto en fotos. Así que escuchar que podría desaparecer por una decisión administrativa favorable a una empresa petrolera ha despertado indignación en el país.
Es que ante una batalla que se anuncia como «río hermoso lleno de colores versus industria extractiva y contaminante», es casi imposible no tomar posición por el primero, el David de esta justa. Pero, ¿es tan sencillo?
Desde 2008 la empresa de capitales estadounidenses Hupecol está interesada en la posible exploración petrolera en una región de riqueza natural en el sur del país; hace poco menos de un mes la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) le otorgó una licencia a la compañía, que presentó un estudio de impacto ambiental que le costó unos 3.000 millones de pesos (US$1 millón).
Ese documento le permite iniciar la exploración en poco más de 30.000 hectáreas, que se encuentran sobre los municipios de La Macarena, en el departamento del Meta y San Vicente del Caguán, en el de Caquetá.
«Impactos va a haber»
El alcalde del municipio de La Macarena, Ismael Medellín Dueñas, ha cuestionado el proyecto. Él y otros temen que afecte al entorno natural de la zona. En Colombia ha sonado la alerta de que pueda incluso comprometer el Caño Cristales, que está dentro de La Macarena, y que regala los cinco colores de las plantas que crecen en su fondo en ciertas épocas del año a los turistas que visitan la zona.
Aunque ese curso de agua se encuentra a 68 kilómetros en línea recta del punto más cercano del área asignada a Hupecol, ambientalistas sugirieron que a través de otros ríos podría verse comprometido.
Consultado por BBC Mundo, el director de la ANLA, Fernando Iregui, fue categórico respecto al riesgo para Caño Cristales: es cero, aseguró. Explicó que desemboca en los ríos que podrían afectarlo (como el río Losada) y no al revés.
No obstante, hablando en términos generales del compromiso ambiental, admitió: «Impactos va a haber; no existen proyectos de esa naturaleza sin impactos».
«Una barbaridad»
En ese sentido, al exministro de Ambiente Manuel Rodríguez Becerra le preocupa que se abra la zona a la industria de los hidrocarburos.
«Es una barbaridad», dijo a BBC Mundo, al referirse a los 150 pozos de exploración, repartidos en 15 plataformas, que está autorizada a perforar Hupecol.«Eso genera una deforestación masiva», agregó, en una región, la Amazonía, que alberga una gran cantidad de especies.
La ANLA aclaró que el área no toca ningún parque nacional. Y Ángela María Rodríguez, gerente integral de sostenibilidad de Hupecol argumenta que en la zona licenciada, entre 2008 y 2013 ya se ha registrado deforestación, principalmente por ganadería y agricultura.
También dijo que la licencia obliga a la empresa a compensar por pérdida de biodiversidad, a dar compensaciones forestales y a invertir en las comunidades.
Son puntos que no convencen a los ambientalistas y que evidencian el contraste entre visiones irreconciliables.
¿Nueva propuesta?
En cualquier caso, la exploración como tal no empezaría en menos de seis meses, dijo Rodríguez, y puede durar unos cinco años.
El director de la ANLA duda incluso de esos plazos; así como está establecid la licencia, no cree que le sirva a la empresa.
«El proyecto como está no es viable económicamente», dijo Iregui, quien explicó que no hay vías en el sector otorgado, que sólo hay agua de lluvias cinco meses al año y que del total del área licenciada el 57% está excluido y la empresa no puede tocarlo.
Si quiere una opción más viable, deberá presentar una nueva propuesta de licencia. Al hacerlo, le permitirá al alcalde de La Macarena presentar sus objeciones, algo que no pudo hacer cuando se invitó a participar a la comunidad en julio de 2015, porque recién asumió en enero de este año.
Fuente: BBCMundo