Es bien sabido que cuando una empresa se preocupa por la salud y el bienestar de sus colaboradores ayuda a incrementar su nivel de satisfacción laboral, los impulsa a ser más productivos y crea un vínculo más profundo con los objetivos y los valores corporativos. Las organizaciones comprometidas con la responsabilidad social saben que preocuparse por la salud de sus trabajadores y promover el equilibrio entre la vida personal y el desarrollo profesional además es rentable.
Un ingreso elevado ha dejado de ser lo más importante en el mercado laboral, al menos para el talento joven; la generación del milenio está cada vez más preocupada por invertir sus esfuerzos en compañías responsables que les ofrezcan la oportunidad de impactar positivamente en el entorno al tiempo que mantienen un saludable equilibrio entre su vida personal y su desarrollo profesional. En otras palabras, los jóvenes quieren el trabajo perfecto y las empresas han descubierto que vale la pena crearlo para ellos.
Así que mientras el 76% de los millennials ha incluido el compromiso social y ambiental de una empresa dentro de sus criterios para aceptar o rechazar un nuevo empleo, las empresas más hábiles buscan más y más alternativas para responder a las demandas de sus colaboradores y garantizar convertirse en los empleadores más deseados; esto les permite a su vez no solo quedarse con los mejores talentos, sino también asegurarse de que éstos compartan sus valores y estén dispuestos a convertirse en verdaderos embajadores de la marca.
El balance entre el desempeño profesional y la vida personal forma parte fundamental de un salario emocional elevado que permita a las empresas atraer y retener a los mejores talentos. Éste permite que los colaboradores mantengan un nivel de satisfacción elevado, se comprometan con los objetivos de la organización e incrementen su productividad. ¿Alguna vez has pensado si tu empresa se preocupa por promoverlo? ¡Resuelve este sencillo test y descúbrelo!
Mi empresa no promueve una vida equilibrada, ¿y ahora qué?
Si has descubierto que tu empresa no se preocupa tanto por ti como creías, quizá sea necesario que tomes medidas adicionales para evitar ser víctima del Burnout; una vez que hayas logrado prevenir este padecimiento es probable que quieras proponer mejores prácticas al interior de tu organización.
Lo primero que tendrás que hacer es preguntarte qué parte de tu trabajo te hace realmente feliz y centrarte en ello; posiblemente te parezca trillado y la verdad, pocas personas se toman el tiempo para responder a estas preguntas, sin embargo aprender a reconocer cuáles son tus creencias sobre el trabajo, de dónde vienen y cómo puedes mejorarlas es fundamental para prevenir un futuro cuadro de estrés.
Así mismo, es necesario que te conozcas a profundidad. Identifica tus emociones y mantén claras tus motivaciones; de este nodo sabrás exactamente qué necesitas hacer por ti mismo para incrementar tu productividad.
Desarolla rituales que puedan ayudarte a nutrir tu propósito y al mismo tiempo a encontrar la pausa que necesitas en tu día a día; pero recuerda que ninguno de ellos servirá efectivamente para blindarte contra el burnout si no tomas tiempo para relajarte. No olvides considerar dentro de tus rituales diarios los momentos que emplearás para alimentarte saludablemente y dormir el tiempo suficiente para que tu cuerpo logre recuperar su energía.