En los últimos días, el reconocido medio de comunicación The New York Times (NYT) ha enfrentado una serie de críticas por la publicación de un extenso artículo de opinión titulado «Look What We Made Taylor Swift Do», escrito por la editora Anna Marks.
El ensayo, que toma su nombre de una de las canciones más icónicas de la artista Taylor Swift, abarca más de 5 mil palabras y ha sido etiquetado como carente de responsabilidad social al especular sobre la sexualidad de Taylor Swift y sugerir que sus letras encierran mensajes secretos sobre su identidad en la comunidad LGBTQ+ (LGBTQ+ es un acrónimo que representa a la comunidad de personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero y queer), de acuerdo con The Guardian.
Periodismo u oportunismo del The New York Times
La pieza editorial de Marks ha desatado la indignación tanto entre los lectores habituales del NYT como entre los seguidores de Swift, según informa CNN. Uno de los miembros del equipo de Swift, hablando bajo condición de anonimato, atribuyó la decisión de publicar el artículo al sexismo y a la falta de responsabilidad social. La falta de responsabilidad social implica que la publicación puede haber ignorado el impacto social y emocional de abordar de manera especulativa la vida íntima de una figura pública.
Esta persona expresó que, debido al gran éxito de Taylor Swift, existe una especie de «agujero con forma de Taylor» en la ética de las personas en este momento. Afirmó que un artículo similar no habría sido permitido si estuviera dirigido a Shawn Mendes o cualquier artista masculino cuya sexualidad haya sido cuestionada por los fans.
«No parece haber límite que algunos periodistas no estén dispuestos a cruzar al escribir sobre Taylor, sin importar cuán invasivo, falso e inapropiado sea; todo ello bajo el velo protector de un artículo de opinión».
Ánonimo del equpo de Taylor Swift.
La crítica hacia el artículo se ha extendido incluso entre expertos en la industria musical. Chris Willman, el crítico musical principal de Variety, describió la pieza como «el op-ed menos defendible que recuerdo haber visto publicar en el NYT». Willman señaló que Marks ya había escrito un ensayo de opinión similar en 2022, especulando sobre la sexualidad de Harry Styles. Chely Wright, una cantante de country queer cuyas luchas para salir públicamente fueron mencionadas en el artículo de Marks, compartió la opinión de Willman, llamando «horrible» a The New York Times por publicar dicho contenido.
Taylor Swift apoya a la comunidad LGBTQ+
Marks justificó su especulación al afirmar que desde el comienzo de la carrera de Swift, esta ha estado tratando de señalar secretamente que se identifica como queer. Utilizó referencias en la música de Swift y teorizó que los mensajes codificados eran indicios de su pertenencia a la comunidad LGBTQ+. Sin embargo, esta aproximación ha sido rechazada por muchos, incluida la propia Swift, que ha defendido la comunidad LGBTQ+ pero no se ha identificado personalmente como miembro.
La cantante ha demostrado su apoyo a la comunidad en el pasado, describiendo sus conciertos como un «espacio seguro» para personas LGBTQ+ y defendiéndolos públicamente en una entrevista de 2019 con la revista Vogue. En esa entrevista, Swift denunció la eliminación de derechos para aquellos que no son hombres blancos cisgénero y heterosexuales, pero aclaró que no se dio cuenta hasta hace poco de que podía abogar por una comunidad de la cual no forma parte.
Es crucial señalar que, a pesar de su apoyo, Taylor Swift no se ha identificado como miembro de la comunidad queer. En el prólogo de la regrabación de su álbum «1989», lanzado en octubre, Swift reveló que se rodeó de amigas en un momento de su carrera para contrarrestar la especulación constante de los medios sobre su vida amorosa.
Es responsable hablar sobre la identidad de género de las celebridades
Marks, aparentemente consciente de las críticas que su ensayo podría generar, intentó abordarlas de manera preventiva en su pieza. Reconoció que hablar sobre la posibilidad de la identidad queer de una celebridad antes de una declaración formal de identidad puede parecer demasiado sensacionalista y alimentado por chismes. Sin embargo, argumentó que las historias que dominan nuestra imaginación colectiva moldean lo que nuestra cultura permite que los artistas y sus audiencias expresen y sean.
En esencia, la autora está sugiriendo que la aceptación y el reconocimiento de la diversidad de identidades y orientaciones sexuales, incluso cuando son solo posibilidades, son cruciales para mantener viva la autenticidad y la expresión de la comunidad queer en el ámbito cultural.
La respuesta del Times a las críticas ha sido reservada, ya que se ha negado a hacer comentarios directos sobre el ensayo, remitiéndose a lo que Marks escribió acerca de la crítica en el propio artículo. Esto plantea preguntas sobre la responsabilidad editorial y ética de un medio de comunicación de renombre al abordar temas sensibles relacionados con la vida personal de las celebridades, especialmente cuando
En un momento en que la ética periodística y la responsabilidad social empresarial son temas cruciales, la noticia que The New York Times especula sobre la sexualidad de Taylor Swift destaca la necesidad de reflexionar sobre los límites éticos en la cobertura de noticias y el respeto a la privacidad de las figuras públicas. La especulación sobre la sexualidad de una persona, sin evidencia clara y con potenciales consecuencias, plantea interrogantes sobre la integridad periodística y resalta la importancia de un enfoque ético en el periodismo, incluso cuando se presenta como «opinión».
» Taylor Swift 2015 shanghai 1989 world tour » de longeygey tiene licencia CC BY-NC-SA 2.0 .
» Taylor Swift 2015 shanghai 1989 world tour » de longeygey tiene licencia CC BY-NC-SA 2.0 .
