Los millennials parecen ser los reyes: representan casi la mitad del consumo a nivel global y, según un estudio de Manpower, esta generación equivale al 35% del total de la fuerza de trabajo en el mundo.
Esto da algunas ventajas, la última encuesta global de CEO de KPMG, titulada en 2016 Ahora o nunca, arroja que 86% de los directores generales en las empresas están preocupados por cómo las diferencias en las metas y necesidades de los millennials pueden cambiar el rumbo de la compañía que lideran. La preocupación ahora es buscar al mejor talento y hacerlo feliz para que las compañías den los mejores resultados.
Jóvenes y poderosos, pero también con un futuro pesado a cuestas, al menos en México.
El estudio Principios para una reforma integral al régimen de pensiones en México, elaborado por la Fundación de Estudios Financieros (Fundef), expone que las recomendaciones internacionales para tener un sistema de pensiones sustentables apuntan a que la edad mínima de retiro pase de 65 a 73 años (al menos).
“La edad de retiro debe ser la misma para todos los sistemas de pensiones en México dado que la esperanza de vida no depende del empleador. Es decir, se plantea una solución estructural que sea idéntica para todos los esquemas ya sean privados, públicos o la pensión universal para el sector informal. Se debe fijar un tiempo medio que la persona viva en la etapa de retiro, el cual proponemos sea de 15 años. La edad de jubilación se debe fijar de forma tal que vaya cambiando en el tiempo para reconocer lo anterior”, señala el documento.
En la primera fase, se propone que la edad de retiro pase de 65 a 69 años, mientras que hacia 2050 deberá aumentar a alrededor de 73 años.
La situación es para preocuparse, de acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), en México sólo 17% de los adultos mayores recibe una pensión y para 2050, 23.3% de las mujeres y 19.5% de los hombres tendrán más de 60 años.
“La situación actual de los adultos en edad productiva es preocupante. Cuando lleguen a la edad de 65 años, muchos de estos mexicanos dependerán económicamente de terceros, es decir, de sus hijos, familiares, asilos o la asistencia social, porque no tienen planes formales de retiro y, por lo tanto, no tendrán los recursos económicos para poder ser independientes en sus necesidades básicas”, expresa Carlos Gay, director de Vida y Pensiones de AMIS.
El monto de la pensión que recibirá un trabajador que cotiza en un esquema de seguridad social (IMSS o ISSSTE) al momento de su retiro laboral, dependerá de diversos factores como son: la edad de retiro, los años cotizados, el crecimiento salarial, permanencia en el mercado laboral formal, los rendimientos que haya generado el saldo acumulado y, sobre todo, las aportaciones voluntarias.
“Hay un problema de omisión en la definición de la agenda pública al no considerar a las pensiones debido a que hoy no se ven los impactos. Si no se inician estos trabajos el costo para las finanzas públicas puede ser muy elevado”, advierte Fundef.
Para tener un sistema más manejable, la Fundación recomienda una serie de 10 puntos.
1) Que se identifiquen TODOS los sistemas de pensiones federales y estatales que no se han reformado para hacer un plan en el que migren de esquemas de beneficio definido a contribución definida y se modifiquen bajo parámetros comunes.
2) Que se defina una fecha objetivo para concluir la migración todos los sistemas a nivel federal y estatal.
3) Que TODOS los regímenes de pensiones en México tengan la misma edad y condiciones de jubilación.
4) Que la edad se modifique a entre 68 y 69 años y que ésta aumente conforme aumente la esperanza condicional de vida al llegar al retiro para que se mantenga constante en 15 años.
5) Hacer estudios para tratar de entender que variables explican la baja densidad de cotización y hacer una propuesta de modificación al régimen actual
6) Cuidar no hacer reformas que violenten derechos adquiridos.
7) Diseñar una propuesta de aumento mixto y gradual como la cuota como que se sugirió en el documento.
8) Estudiar cómo crear un régimen de ahorro voluntario para tener un aumento implícito adicional en la cuota por esta vía.
9) Que el Infonavit ya no sea parte de las instituciones del sistema de ahorro para el retiro.
10) Hacer extensiva esta modificación a los Institutos de Vivienda que son parte de otros esquemas de pensiones.
Fuente: Forbes