Por: María José Evia H. Google
La próxima semana, el Senado estadounidense debatirá el Acta de No Discriminación en el Empleo (Employement Nondiscrimination Act o ENDA), una propuesta de ley que tiene como objetivo extender a trabajadores transgénero u homosexuales los beneficios que ya disfrutan otras minorías. Como parte del debate nacional al respecto, tanto el CEO de Apple, la empresa más valiosa del mundo, como el presidente del país dieron a conocer su apoyo al Acta a través de sendos artículos en medios masivos.
Tim Cook eligió el Wall Street Journal para expresar su convicción de que «mientras las leyes permanezcan silenciosas en el tema de derechos laborales de estadounidenses homosexuales, nosotros como nación estamos aceptando que se les discrimine». En su artículo, Cook también explica que las políticas de no discriminación de Apple no se deben solamente a un respeto a los derechos civiles y a la dignidad humana, sino que impulsan también la creatividad.
Para la empresa, no es necesario que los empleados «dejen su personalidad en la puerta», sino que la integren a su trabajo: «hemos descubierto que cuando la gente se siente valorada por quién es, tiene la confianza para lograr hacer el mejor trabajo de sus vidas», afirma Cook. De esta forma, el CEO admite que quienes más sufren las consecuencias de la discriminación son las personas homosexuales y transgénero, pero al final las empresas también pierden, ya que «si no pueden ser ellos mismos, definitivamente no pueden ser la mejor versión de sí mismos».
Por su parte, el presidente Barack Obama publicó su visión en el Huffington Post. En su artículo, Obama hace hincapié en la importancia de que Estados Unidos sea un país donde existen oportunidades equitativas y donde lo único que importa en un empleo es la capacidad de hacer el trabajo necesario.
Para ampliar su punto, Obama menciona que la mayoría de las empresas que forman parte de la lista Fortune 500 (entre las que, claro, se encuentra Apple), así como algunos pequeños negocios ya tienen políticas que impiden la discriminación a personas LGBT: «estas empresas saben que no solo están haciendo lo correcto, sino lo que es mejor para el negocio. Quieren atraer y retener al mejor talento, y la discriminación hace difícil esta meta». Así, tanto Cook como Obama remarcan que si pasa la ley, todas las compañías verán los beneficios.
Actualmente, hay leyes en Estados Unidos que protegen contra la discriminación por género, religión, raza y discapacidad, entre otras caracterísitcas personales. La adición de la orientación sexual y la identidad de género es muy importante para lograr políticas que se basen solamente en la capacidad de los empleados.
La última vez que se votó una versión de esta ley fue en 1996, momento en el que fue desechada por un margen muy pequeño. En esta ocasión, se espera que otra vez se trate de una contienda muy cerrada, que necesitará un mínimo de 60 votos a favor.
Con información de:
CNet